Celebrada en ‘El Mentidero’.
Testigos Luis y Lima. Quienes hacen posible que el ambiente
en el bar sea muy agradable. La charla se suscita porque
alguien pregunta si es tan decisiva la figura del
entrenador. Y, aprovechando mi presencia, me cede la
palabra.
Y le respondo que el entrenador tiene poco protagonismo.
Pero ese poco ha de estar basado en un porcentaje de
aciertos grandes en cuanto empieza el partido. Por ejemplo:
el entrenador debe descubrir inmediatamente los rincones de
seguridad de los adversarios y también sus puntos débiles.
Con el fin de contrarrestar los primeros y explotar los
segundos.
La siguiente pregunta no se hace esperar.
-¿Lo tienen los entrenadores más fácil ahora que antes?
-Los entrenadores nunca lo han tenido fácil ni lo tendrán.
Ahora bien, entrenar ahora es mucho más fácil que en los
años setenta u ochenta del siglo pasado. Lo cual es algo de
cajón. Cuentan con muchísimos más medios.
-¿Es mejor la vehemencia o la mesura en el banquillo?
-Las dos cualidades son válidas. Yo prefiero la vehemencia
controlada. Porque es lo que mejor se adaptaba a mis
condiciones. Y confieso que me hubiera sido imposible hacer
acopio de frialdad ficticia.
-¿Debe el entrenador alternar con los jugadores?
-Yo no tuve nunca el menor inconveniente en hacerlo. Incluso
salía de noche en ocasiones con algunos jugadores. No
obstante, al día siguiente no había problemas para mantener
el orden.
-¿Cómo debe ser la relación con los jugadores?
-A mí no me importaba llamar la atención a un jugador
delante de los compañeros. Eso sí, actuando con justicia.
Así que pocas veces recurría a hacerlo en privado. Porque
tiene sus inconvenientes.
-¿Cómo celebra el entrenador una victoria?
-Si es en campo contrario, durante el viaje los hay que
piensan en la cantidad de gente que será feliz por el
triunfo. Y eso le produce satisfacción. Aunque el
entrenador, hablo por experiencia, suele tener ya puesta la
mente en cómo solucionar los problemas con los que habrá de
enfrentarse en el próximo partido.
-¿Qué es mejor para cualquier entrenador leer o ver vídeos
de fútbol?
-Yo creo que atiborrarse de vídeos es contraproducente. Y,
desde luego, mantener mucho tiempo a los jugadores en una
sala proyectándoles partidos, conduce al bostezo. En lo
tocante a la lectura, no tengo la menor duda de que le abre
las mientes al técnico y a la larga le permitirá pensar
mejor durante el transcurso de los partidos.
-¿Es verdad que la soledad del entrenador es terrible?
-No. Lo terrible es no asimilar que cualquier decisión que
tomes será criticada. Y el entrenador, aún más que el
político, ha de saber que está tan expuesto a la crítica
como a la gripe.
-¿Qué hace un entrenador inteligente cuando su equipo gana
un partido?
-Aprovecha la ocasión para corregir defectos. Dado que en
esos momentos de alegría, los jugadores están dispuestos a
oír todas las recomendaciones del entrenador. Ah, cuidado
con los delegados de los clubs. Ya que hay de todo. Como en
botica.
El vino y las tapas de ‘El Mentidero’ rejuvenecen.
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