La consejera de Juventud y
Deportes, Kissy Chandiramani, cogió ayer el toro por los
cuernos y en un día en el que dos de los asuntos de
actualidad eran de su incumbencia, el del cierre de la
Residencia de la Juventud y el de la deficiente asistencia
sanitaria que se presta en los polideportivos ceutíes, supo
dar las explicaciones oportunas y plantear soluciones. Sobre
el primero de los temas la consejera explicó que las
condiciones de seguridad del inmueble no son las adecuadas y
que acometer todas las modificaciones que precisa es
económicamente inviable, máxime teniendo en cuenta que ya
está en proyecto construir otra junto al futuro campus.
Sobre la segunda, dada a conocer también por este periódico,
prometió mejora en los servicios en dos semanas, un plazo
comprensible para una medida tan delicada.
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