Ya han terminado las fiestas navideñas y los jóvenes que se
concentraban en el pasaje González de la Vega, en pleno
centro de la ciudad, para hacer el botellón han empezado a
disminuir.
Así lo explicó a este periódico la presidente de la
Asociación de Vecinos del Centro, Blanca Vallejo, después de
la sonada protesta protagonizada por los residentes del
pasaje tras la aciaga velada de la Nochevieja.
La portavoz de los vecinos achaca a la crisis económica y a
la ‘cuesta de enero’ esta disminución en la afluencia de
jóvenes. “Cuando hay menos dinero siempre hay menos
botellón”, argumentó la dirigente vecinal.
Vallejo apuntó, no obstante, que ello no significa que hayan
desaparecido las molestias. “Aunque no haya tanto botellón,
el pasaje sigue convirtiéndose refugio de adolescentes y
niños que lo utilizan para jugar” cuando quieren guarecerse
de las inclemencias del tiempo.
La presidenta de los vecinos del centro asegura que los
fines de semana el pasaje sigue registrando una notoria
concurrencia en torno a las nueve de la noche.
Como se recordará, la Consejería de Gobernación había pedido
tolerancia con el botellón a los indignados vecinos del
Pasaje González de la Vega cuando se trate de días con un
marcado carácter festivo, como fue el caso de las pasadas
Nochebuena y Nochevieja.
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