El viaje de Germinal Castillo a Haití, el responsable de
comunicación de Cruz Roja en Ceuta, se ha convertido en una
auténtica odisea. Por aire, él y sus compañeros lo han
intentado, pero es imposible aterrizar en el aeropuerto. La
segunda opción: por tierra. Castillo y sus compañeros
pariteron ayer desde Santo Domingo a través de la única
carretera que une la ciudad con la zona devastada. El ceutí
se encuentra cansado, pero a pesar de todo, contento porque
ya está a punto de llegar.
La crudeza, devastación y desolación de las imágenes que nos
llegan todos los días desde que se produjo la tragedia de
Haití no minan las fuerzas de Germinal Castillo, el
responsable de comunicación de Cruz Roja de Ceuta y enviado
a la zona de la catátrofe junto a otros tres delegados
internacionales.
Y es que Castillo llegó a República Dominicana hace dos días
y hace uno a Santo Domingo, aunque todavía no ha conseguido
aterrizar con sus compañeros en la zona siniestrada. Las
comunicaciones por aire están colapsadas y el pequeño
aeropuerto de Haití no puede sostener la ingente cantidad de
aviones que llegan con ayuda al lugar.
Además, como asegura una fuente de la Cruz Roja en Ceuta, el
problema principal radica en que los aviones, tras depositar
la carga o a los diferentes voluntarios y fuerzas de
seguridad, se quedan para volver a ser llenados. Así se
produce el colapso aéreo provocando que el avión de Germinal
Castillo y sus compañeros estuviera dando vueltas sin poder
aterrizar.
El enviado de Cruz Roja y sus compañeros tuvieron que volver
a Santo Domingo, donde tampoco pudieron descansar ya que hay
mucho que hacer. Así que, si no se pudo por aire, la
expedición eligió otra opción: un convoy. Los camiones
salieron ayer por la tarde hora local por la única carretera
que une Santo Domingo con Haití. El mayor problema radica en
que es el paso principal por el que, según fuentes de la
Cruz Roja, entra y sale toda la población. La frontera se ha
convertido en un hervidero de personas buscando a sus
familiares perdidos y haitianos que quieren escapar del
infierno en el que se han visto atrapados.
Aparte de las necesidades más básicas para la supervivencia,
como el agua y la comida, la gasolina se ha convertido en
otro de los bienes más preciados durante estos días. El ‘oro
negro’ se está haciendo indispensable para poder llegar a
Haití. Por el momento, Germinal y sus compañeros de viaje no
podrán comunicarse con España hasta que no lleguen a la zona
de la catástrofe. Pero la voluntad y el esfuerzo de Germinal
Castillo no han desaparecido. Según sus compañeros de Cruz
Roja en Ceuta, se encuentra cansado pero “está feliz,
pletórico. Se encuentra muy bien de ánimos, cansado, pero
bien”.
Castillo permancerá entre 10 y 15 días en Puerto Príncipe,
más o menos lo que dura el periódo de emergencia. Tardará
mucho, pero llegará y podrá ayudar a la gente que más lo
necesita.
Unas 500 personas pertenecientes a Cruz Roja han viajado
hasta el lugar de los hechos para participar en las labores
de rescate y reparto de alimentos. Pero la situación con la
que se van a encontrar va a ser caótica cuatro días después
del terremoto, ya que los cadáveres siguen amontonándose en
las calles y las labores de rescate se están retrasando a
causa de los atascos aéreos y terrestres, aunando a todo
ello los saqueos y tiroteos que se están produciendo en los
últimos días. Una situación difícil para los cooperantes.
Todo el mundo debe intentar colaborar con lo que pueda para
que los haitianos no se sientan desprotegidos frente a esta
desgracia de magnitudes desproporcionadas.
El fuerte terremoto que se sintió en la madrugada del pasado
12 de enero al oeste de Haití ha unido a la comunidad
internacional en las labores de rescate y ayuda humanitaria.
El mundo está conmocionado por la tragedia.
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