Es lo que parece que está pasando
con el Colegio Concertado Severo Ochoa, del que por segunda
vez, los amigos de lo ajeno han hecho su lugar de
operaciones para llevarse los ordenadores.
Y da lo mismo que sea en época de estudios o en vacaciones,
ya que en plenas vacaciones de Navidad, en la madrugada del
28 al 29 del pasado diciembre, quitaron de su sitio
habitual, pero no para ordenarlas mejor, 24 computadoras.
Una vergüenza.
Este hecho que, de por sí, es lamentable, lo es mucho más,
cuando se trata de la segunda vez en menos de un año que
sucede esto.
Y es que en el pasado mes de mayo, otra vez, los amigos de
lo ajeno, que no deben haber sido identificados, hicieron la
primera de las visitas y como la cosa les debió resultar
rentable, tanto en su seguridad, como en lo económico,
decidieron volver antes de que acabara el año, y no,
precisamente, para dejar allí una felicitación.
Cada vez más, los centros tratan de establecer unas medidas
de seguridad para “intentar” esquivar visitas de este tipo,
que salgan impunes, pero ..., esa seguridad, todavía, no
está dando sus frutos.
Según parece, en las cintas de las cámaras de seguridad del
centro, se ve a “un individuo” que, a altas horas de la
madrugada, se cuela por una ventana, pero, claro está, con
la cara tapada, para poderse camuflar mejor.
Y, además, el individuo no debe ser un simple novato, porque
lo primero que hace es arrancar los cables, así como las
cámaras filmadoras.
A partir de aquí ..., ya veremos, pero si en la primera
ocasión el robo o el destrozo, o todo ello, supuso unos
gastos extras de 22000€ que costó a los cooperativistas de
este centro y al seguro, ahora no le irá a la zaga.
Dicen que la “llegada” en busca del botín ha sido las dos
veces por la misma parte, por una fachada que da a unas
obras en el área de Huerta Téllez. Una vez vale, pero más
¿Dónde está la vigilancia?.
El hurto no es de un poco de calderilla, aunque estemos en
época en la que no han subido los precios, pero se llevaron
20 ordenadores de sobre mesa y otros cuatro portátiles, que
valen un dinero y, además, que nos hace pensar que no es muy
probable que fuera cosa de uno solo y por una ventana, cosa
que le hubiera costado varios viajes. La ventana, técnicos
hay para analizar esto, pudo ser su lugar de entrada para
facilitar el paso por otra parte a otros más. Repito, los
técnicos deben saber analizar esto mejor que nosotros.
Y lo curioso, como si lo tuvieran inventariado es que el
material que se han llevado ahora es el mismo que se había
adquirido para suplir lo robado la pasada primavera.
Desde este colegio y no me extraña ya se han quejado y
tienen que seguir quejándose de que es uno de los pocos, o
el único centro que no cuenta con la seguridad suficiente,
como tener cerca un coche de la Policía Local dispuesto a
regular las entradas y salidas del colegio.
Son cosas inexplicables, aunque alguien diga que no es un
problema. Aquí a todo esto se le da la misma respuesta. No
es problema. Aunque ese mínimo de seguridad de día, lleve
aparejada una total inseguridad por la noche para poderse
llevar lo que realmente quieran. Ahí están los dos robos, en
pocos meses.
Lo del robo es malo, pero los ordenadores pueden ser
restablecidos de nuevo, lo más complicado es que alguien
pueda explicar la aparición de ciertos merodeadores por la
zona, de día.
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