En el artículo de ayer, hablábamos
de dos palabras que de tanto usarla se habían acabado,
racismo y progresismo. El uso, por nada, de la palabra
racista, era como una autodefensa contra aquellos que les
habían acogidos en sus países, dándoles un puestote trabajo
auque a veces, todo hay que decirlo, se les había explotado.
Pero esos que les habían explotado, empleándoles como una
mano de obra barata, sin más derechos que el vivir en un
barracón de mala muerte y trabajar de sol a sol, por un
puñado de monedas, como si no fuesen seres human sino,
simplemente, animales de carga no eran racista eran,
sencilla y llanamente, explotadores sin escrúpulos ni
conciencia, a los que sólo les interesa el ganar dinero, sea
como sea, sin pararse, ni por un solo momento, a pensar en
otra cosa que no sea ese sucio papel maloliente que metaliza
los corazones de los seres humanos. ¡Maldito dinero!
Por supuesto que estamos contra todos esos explotadores, más
parecidos a las “levas” de negros africanos de los tiempos
de Kunta Kinte, que a los tiempos en los que vivimos. Y que
nadie, se venga rasgar las vestiduras, haberlos como la
meigas haylos, para vergüenza no sólo de este país, puesto
que hay otros países que también se aprovechan de esa mano
de obra barata, sólo basa ver el reportaje realizado sobre
esa obra gigantesca que alcanza los ciento ochenta metros de
altura, y ver cómo viven todos esos trabajadores, llegados
desde la India o Pakistán. O sea, que en todas partes cuecen
habas.
Bien, dejemos este tema y vayamos al verbo progresar porque
nos da la sensación, nada extraña, de que mucho hablar de
progresismo y todos esos que tanto hablan de ello, creo a mi
escaso saber y mal entender que no tienen ni la más remota
idea de lo que es y significa el verbo progresar.
Según ese pequeño, más que pequeño diminuto diccionario que
tengo siempre en la mesilla de noche para echarle, de vez en
cuando, un vistazo, el verbo progresar significa “Hacer
progreso en una materia o acción de ir hacia delante”
El verbo progresar o el progresismo como le han dado por
llamar ahora al asunto también, como la palabra racista,
está infrautilizada. Y qué sucede con infrautilización, pues
que a igual que con la palabra racista, de tanto escucharla
nadie le hace el menor caso. Además se utiliza de tal forma,
que nadie ve ese progreso por ninguna parte.
Progresar, al menos, para la mayoría de los españoles,
piensen como piensen o tengan las ideas políticas que
tengan, aunque sigo pensando que el mundo de las ideas,
murió con Platón, es tener todas sus necesidades cubiertas,
poder pagar la hipoteca, dar estudios a sus hijos y tener,
cada año, algo más de dinero para poder seguir ese ritmo de
vida y que su situación, tanto personal como económica, cada
vez sea mejor.
Todo lo que no sea eso, el españolito de a píe, ese que se
tiene que buscar las habichuelas cada día, no lo considerará
progreso alguno, Y, en estos momentos, con la crisis que
tenemos, los españolitos currantes no están progresando. ¿O
no?
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