Los embalses de la Ciudad se encuentran ya al 67% de su
capacidad después de las lluvias registradas en los últimos
días y que han provocado una subida considerable de la
cantidad de agua recogida.
Según fuentes de la Confederación Hidrográfica del
Guadalquivir, en diciembre se registraron un total de “328
litros por metro cuadrado y hasta el 13 de enero, un total
de 201,7 litros por metro cuadrado”.
Y es que el embalse de Renegado ya ha llegado a 1.166.746
metros cúbicos y el de Infierno a 368.699. Unas cifras que,
tras dos años excepcionales y al 100% de la capacidad por
estas fechas, propiciarán que la Ciudad pueda abastecerse
por sí misma por lo menos “durante unos ocho meses”, como
bien afirma Salvador Durá, de la Confederación.
“La situación es estupenda y la verdad es que estamos muy
contentos. Estos días de lluvia han sido muy importantes”,
continúa Durá. A pesar de que este año había menos agua
embalsada, la “reserva estratégica ha ayudado a que todo
siguiera adelante. Ahora estamos esperando a que siga
lloviendo y los pantanos lleguen al total de su capacidad
para estar totalmente aliviados. Sólo quedan unos 700.000
metros cúbicos para que se llenen. Es decir, tres metros en
el de Infierno y cinco en Renegado”, afirma.
Por su parte, en cuanto a las precipitaciones exactas de
estos últimos tres días, el número ha caído. De ser medio a
“moderadamente bajo”, como confirma el técnico de Protección
Civil de ARCE, Alejandro Vargas-Machuca: “En la madrugada en
la que hubo tanto viento, se recogieron 13,3 litros por
metro cuadrado”.
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