En el Casinet me comentan que
Ferruquito, el bailaor andaluz, está libre de pena por
completo. Cumpliendo la mayor parte de la misma fuera de la
cárcel.
Eso, después de atropellar y matar a un peatón conduciendo
sin carnet y sin seguro, saltándose a la torera cordobesa
todas las normas de circulación y de civismo.
Otro en las mismas circunstancias y que no tenga la suerte
de que los medios de comunicación apuesten por él como foco
mediático… a pudrirse en la cárcel y por más años que los
que le han caído.
Esto es justicia NO ciega. Se le juzgó con intereses.
Bueno, entremos en cuestiones de inmigrantes.
Ya saben que el Ayuntamiento de Vic niega el empadronamiento
de los inmigrantes que no dipongan de un mísero papel. Está
muy mal lo que hace ese Ayuntamiento, igual que el de la
Ciudad de Ceuta.
No, no, el de Ceuta es peor.
Cuando regresé a mi ciudad natal, allá por julio de 2007,
con el objetivo de establecerme otra vez una vez jubilado…
se negaron a inscribir a mi mujer en el padrón de habitantes
con la alegación de que el carnet NIE que disponía no era
reconocido por la Ciudad y que hasta que no le dieran uno
“sacado” en Ceuta no podían empadronarla… bueno, eso ya es
historia pero del cabreo no me libró nadie y todavía sigo
cagándome en…, ya escribí sobre ello.
¡¡No reconocían el carnet por estar expedido en Catalunya!!
Ellos, los peperos que gobernaban y gobiernan en Ceuta, son
los que dan alas al independentismo.
No se entiende el porqué el de no inscribirlos en el censo.
Al menos los tiene controlados y no andarían por ahí como
fantasmas cometiendo, los que los cometen, esos desmanes que
llenan las páginas de sucesos de los periódicos y los
informes policiales con la manida instrucción de autor o
autores desconocidos.
Soy del parecer que deben y tienen que inscribirse en el
padrón de habitantes los inmigrantes que andan por el suelo
patrio, como gusta denominar al país a los peperos, y así
saber en todo momento dónde andan.
Para no hacer eso, lo de registrarlo, sería lógico que no
les permitieran pisar ese suelo patrio y mandarlos de vuelta
por donde vinieron.
Pero una vez sueltos por el repetido suelo patrio… debemos
aceptarlos como seres humanos que son.
Si tienen abierto expedientes de expulsión no deberían ir
vagando por el país como lo hacen y deberían estar
confinados en esa clase de cárcel abierta con que son
conocidos los CETI.
Pero nuestro país es un país diferente. Mas cercano al
tercer mundo que al primero. En diferencias me refiero.
Y las diferencias van desde tratar de mantener una propiedad
perpetua, algunos, y clasificar al resto de ciudadanos como
servidores desechables cuando convenga, hasta creerse los
amos del mundo.
Existen otras palabras, fuerte y duras, para manifestar lo
que uno siente, no uno sino muchos, muchísimos, de esta
situación actual de la inmigración y el manejo que se hace
de la misma pero prefiero no plasmarlas aquí.
En todo caso, lo único que puedo hacer es escribir esta
nota. Por lo demás nada puedo hacer aunque quisiera hacerlo.
En fin, tal como lo escribo lo he hablado con los
contertulianos, aunque con otras orientaciones dialécticas y
con el resultado de que algunos ya están hasta la coronilla
del asunto.
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