Hoy, que luce el sol, he querido
dar un paseo por la capital de Catalunya en autobús. De algo
me ha de servir que viaje gratis ¿no?
Lo primero que noto, en el primer autobús al que subo, es
que los conductores se hacen los suecos con las más
elementales normas de seguridad. Se pasan toda la sesión de
trabajo hablando con el primer conocido que sube.
El segundo autobús, más de lo mismo pero a partida doble, o
sea que el conductor charla con dos personas plantadas en la
plataforma de acceso, justo al lado de la puerta y
molestando de lo lindo a los pasajeros que suben.
¡Cómo ha cambiado!
Bueno, ya puestos a desobediencias de las ordenanzas sobre
transporte público y demás cosas, vemos que las otras
ordenanzas se las pasan también por …
Ahora resulta que el rayo no incendió el bosque. Fueron dos
responsables de la seguridad de los árboles quienes lo
prendieron.
Quisieron aprovechar las horas del almuerzo para hacerse una
barbacoa en pleno bosque y se les fue de la mano. El fuego
digo. Un golpe de viento y ¡hala! a encender árboles que es
muy bonito pero muy dañino.
Lo peor no es eso, lo peor es el ridículo en que quedan las
autoridades del Govern catalán cuando aseguraron que fue un
rayo.. ¿A quién o quienes protegían?
Ya entramos en el año de las subidas, aparentando que se
solucionan las crisis, con un aumento del 3% en los
carburantes.
Ello me obliga a coger menos el coche y más el autobús,
habida cuenta de que este me resulta gratis, cuando el
aumento de mi pensión está calculado en el 1%. ¿Cómo vamos a
tener poder adquisitivo los pensionistas y jubilados?
Lo mejor será que enseñe a mis hijos a ser controladores
aéreos… ¡cobran más de 500.000 euros anuales!
Resulta que el coste de la navegación aérea está, en éste
país, en torno a los 700 millones de euros mientras en
Alemania no pasa de 90 millones.
Así funciona Air Comet.
Escribiendo de transportes, al preguntar a algunos caballas
residentes en Catalunya y jubilados por más señas si no
volverían a Ceuta para pasar el resto de sus días… la
respuesta casi unánime es que si los barcos costaran como el
autocar que recorre 15 kilómetros, no lo dudarían ya que les
gusta viajar por Andalucía, pero que cruzar el Estrecho se
les lleve el 15% de la pensión…
Hago cálculos y veo que tienen razón. Salir de excursión,
aquí en Catalunya, con el coche en un entorno de un radio de
100 kms. No sale por más de cincuenta euros con cuatro
pasajeros.
Aunque la verdad es que casi todos los ceutíes residentes
aquí, en Catalunya, no regresarían a su tierra para
quedarse. Tiene a toda la familia demasiado arraigada en las
tierras del cava.
Por la tarde he estado en el Casinet, tras largo tiempo sin
aparecer por el mismo. El recibimiento que me dispensan los
parroquianos es de agradecer, mucho.
Se atropellan en hablarme de sus correrías durante estos
días festivos pasados y acaban por marearme.
Al menos uno estuvo pasable. Se le murió la parienta el
mismo día de Nochevieja y… ya comprenderán Vds. los que
“disfrutó” con las uvas. Resultaron amargas.
Por cierto que, durante mi excursión en autobús por las
calles de la capital, algunos restaurantes que conocía y en
los que comía estupendamente son ahora de chinos… que hacen
las tortillas de patatas y los canelones como chinos.
Han cambiado los rollitos de primavera por canelones de
primavera.
Por cierto que el gusto de este aprendiz de “gourmet” está
quedando para el arrastre.
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