Es un buen momento, el comienzo de la segunda vuelta, cuando
cada uno va tomando sus posiciones, que, al final, serán
decisivas. Si ha entrado en la pomada, es porque no estaba
demasiado alejado de ella, en cuanto a puntos, pero
significa, también, que fuera de casa hay que hacer mucho
más
En un campo encharcado puede pasar de todo y en el encuentro
ante el Atlético Ciudad, en el que se adelantó muy pronto el
Ceuta, a punto estuvo el equipo visitante de dar la
campanada, cuando ya quedaba muy poco tiempo para llegar al
final del encuentro, que se había puesto de cara nada más
comenzar y que luego no había aportado más.
Claro que luego vino el penalti, se logró la victoria y del
octavo lugar se ha pasado al tercero, con la derrota del
Caravaca, algo que no me extraña, porque es un equipo de los
de tres al cuarto, en su propia casa y con la derrota,
también en casa, del San Roque, otro de los que anduvo bien
en la primera vuelta, pero que puede ir a su justo sitio en
la segunda parte del campeonato.
El tercer puesto, ganado a pulso, podría dejar de serlo,
dependiendo del resultado entre el Jaén y el Polideportivo
Ejido. A pesar de todo, y vayan las cosas como vayan para
esos equipos, lo cierto es que, ahora se está más cerca, más
a tono con lo que debe ser el Ceuta de este año y que no hay
razones explicables para que haya sido de otra manera.
El run – run hacia el banquillo
Se quedó en eso, porque el penalti dejó al Ceuta, en vez de
uno, tres puntos, y ya se sabe que las victorias, aunque
sean de rebote, tapan casi todas las bocas y hacen callar
casi todas las voces discrepantes.
Con todo, hay un sector de la afición, precisamente de los
que se ponen muy cerca del banquillo de los técnicos, que
parece que no está a partir un piñón con el entrenador y eso
se manifiesta cada vez que los resultados no son
contundentes. Ahora, o a partir de ahora, va a depender todo
del resultado en el campo del Sangonera, el próximo domingo,
a las doce de la mañana.
Si de allí se sacan los 3 puntos, la situación se volvería a
poner muy favorable, pero si seguimos con las andadas y se
pierde o, simplemente se empata, volveremos a las mismas de
toda la temporada y seguiremos acordándonos de los puntos
que se quedaron en Estepona.
Dice el entrenador del Ceuta que está muy contento con el
esfuerzo de sus jugadores, pero si ese esfuerzo se traduce
en puntos, incluso la afición estará contenta con el equipo
y con el banquillo, mientras que si nos dejamos escapar al
Granada y al Melilla, la alegría va a ser muy distinta y las
miradas al banquillo, que es lo más fácil, volverán a
repetirse.
Rafa Ponzo
Para mí, este fichaje ha sido el “timo de la estampita”, y
no sólo él, sino quien tolerara algún tipo de cláusula que
le permitiera irse, como se ha ido, ahora en el mercado de
invierno, antes del día 10 de enero.
No sé como se va a “vestir” esta salida del cancerbero, creo
que a Chipre, pero lo que debe quedar claro es que se ha
aprovechado del Ceuta para jugar estos tres meses, ha
costado un dinero y ya veremos si se ha sacado algo por él.
Además de que en lo puramente deportivo no ha dado al equipo
más de lo que hubiera dado otro de los guardametas de la
plantilla. Ahí están los tantos encajados y ya veremos si
hay alguien que nos dice que en tal o en cual partido tuvo
buenas intervenciones. Yo no le he visto una parada de las
difíciles, en ninguno de los encuentros que jugó.
Un nuevo guardameta
También me hago eco de las palabras de Carlos Orúe:” Estamos
trabajando para traer un guardameta que sustituya la marcha
de Rafa”.
Sería el cuarto, y la pregunta es ¿Para ser el titular y
dejar a Ramón en el banquillo?. No creo que se estuviera
actuando justamente con el portero Ramón, al que se “borró”
de un plumazo con el 3-0 de Murcia, en tanto que hemos visto
encajar hasta 4 tantos en Estepona a Ponzo y otros 3 en San
Roque, sin que eso llevara un movimiento en el marco.
Los técnicos, por algo lo son, son los que mejor saben lo
que tienen y se puede tener poca o ninguna confianza en
Ramón, pero Rafa Ponzo no ha hecho, al menos en los partidos
que jugó, nada destacable para ser un indiscutible, mientras
que Ramón, sin ir más lejos, el domingo demostró su
profesionalidad y su sentido de la responsabilidad, cuando
habría tenido la oportunidad de “estar acatarrado”, “tener
un dolor en la espalda” o “tener una rodilla maltrecha”, a
la hora de ir a comenzar el partido, frente al Atlético
Ciudad.
Un lujo caro
Es lo que implica traer ahora un portero, de los que te
venden como uno de verdadera talla. Repito que sería un lujo
muy caro y luego ya veríamos si era tan bueno como te lo
venden o es uno más del montón, porque a estas alturas los
buenos están acoplados y de los otros no es para fiarse
demasiado.
No se me oculta que con un solo portero, de talla para la
segunda B, no se puede estar, pero esa talla la tendrá que
dar luego en el campo, mucho mejor de la que dio ese que se
acaba de ir y que, curiosamente, se había traído hace pocos
días a su mujer y a su hijo de muy poco tiempo, para ahora,
a las primera de cambio, emigrar. No lo entiendo.
Ardo en deseos de saber si es que, de verdad, había una
cláusula en el fichaje de Rafa Ponzo que le permitiera irse,
sin más. Si existía tal cláusula, habrá que pedir
responsabilidades a alguien ¿No le parece cierto, Don
Cecilio?.
Porque es la vez primera que, con un jugador que es una de
tantas “medianías” pasa esto.
Traerse durante unos meses, en esas condiciones, a un
portero de valía contrastada sería aceptable, esto otro es
intolerable.
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