Este fue el resultado de las
negociaciones entre el PSOE de Ceuta y el grupo de Mohamed
Alí, UDCE.
Aunque las negociaciones me han cogido fuera de Ceuta, por
eso de las vacaciones, he ido siguiendo, bastante de cerca,
los acontecimientos y, desde el primer momento, se veía que
ese pacto, ese matrimonio no iba a ser muy duradero. Y no lo
fue.
Podrían haber durado un poco más las conversaciones, pero
cuando Mohamed Alí trató de no ser meros “floreros” y para
ello puso unas condiciones, pidiendo lo más granado “de la
huerta”, esto es, la Dirección Provincial de Educación, o el
INEM, desde ese momento, él mismo había roto las
negociaciones.
Yo estoy convencido de que hubiera podido sacar tajada UDCE
de estas negociaciones, pero una cosa es sacar tajada y la
otra, la que él trató de conseguir, quedarse con toda la
presa.
Y es que se me ocurre una comparación, en estas peticiones,
tan absurdo hubiera sido entregar Educación a Mohamed Alí,
como entregar la dirección del Teatro Real de Madrid, por
ejemplo, a Chiquilicuatre. Con todos los respetos para unos
y para otros.
Y siguiendo con las peticiones de Mohamed Alí, haberle
entregado a él el INEM hubiera sido algo así como entregar
la Intervención General del Estado a Chiquito de la Calzada.
Y es que Educación, hoy por hoy, en manos de Mohamed Alí
sería una auténtica bomba de relojería, mientras que el INEM
bajo su dirección sería haber entregado la llave de una
puerta abierta, sólo, a ciertas corrientes, con la exclusión
de todos los demás.
Las peticiones significaban un órdago muy fuerte al PSOE y,
naturalmente, el delegado del Gobierno sabe muy bien lo que
hace y sabe, todavía mejor, lo que nunca deberá hacer.
Si en el PSOE se hubieran aceptado esas condiciones de
Mohamed Alí, estaríamos, ahora mismo, analizando el error
más grande de la política ceutí, desde que Juan Carlos I es
el Jefe del Estado Español.
Cargarse al director provincial de Educación, Aquilino
Melgar, no hubiera tenido justificación posible y,
naturalmente, lo que hubo fue “cabeza” para no entrar en
errores que, a corto y medio plazo, serían irreparables.
Tras esta ruptura de negociaciones, personalmente, pienso
que mejor es seguir con UDCE ahí, que con su disolución para
entrar en el PSOE, por una puerta colateral y con unos
cargos que no hubieran llegado refrendados por unos apoyos
electorales de verdad.
Creo y el tiempo me dará o me quitará la razón, pero es lo
que yo creo, que Mohamed Alí debiera haber pensado que lo
mejor para él, tal vez, hubiera sido pactar con alguien como
Aróstegui, con lo que uno y otro tratarían de sacar algo,
poco, desde luego, pero al haber llevado unas negociaciones
como las que han pretendido, ha quedado claro que las partes
contendientes no iban por el mismo camino y que, mientras,
una parte quiere conseguir más fuerza, la otra trata de
vender el peso que tiene a cambio de un buen cargo en la
Administración, olvidándose de que los escaños logrados lo
han sido con el apoyo de muchas personas y con la actuación
de todos los que un día confiaron en Mohamed Alí, pero que
ahora ya no confían tanto, y desde ahora menos.
Hasta ahora, marchándonos al otro lado, Carracao no ha
logrado casi nada, pero es preferible esto antes que
inmolarse, a sí mismo, con alianzas inviables, desde el
partido, y nefastas para Ceuta.
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