Aunque parezca mentira, ese
fracaso que ha tenido Mohamed Alí en las negociaciones con
el PSOE, para conformar un frente común, ha demostrado que
en la cúpula de UDCE estaban jugando con fuego y, ahora
mismo, hay quien se ha empezado a quemar la mano.
Lo he dicho en repetidas ocasiones y lo tengo que volver a
decir, el electorado de UDCE no es un electorado que pueda
encajarse en unas siglas de izquierdas, ni tampoco de
derechas, a secas.
Y lo que está sucediendo con todos estos “juegos” es que a
este grupo político, en las próximas elecciones, sus
votantes o al menos una parte de ellos, cansados de que se
les lleve de una parte para otra, pueden empezar a dar la
espalda a UDCE o, al menos, muchos de ellos no les volverán
a dar su confianza.
Por muchas conversaciones que hubiera, ese sería otro
matrimonio que estaba condenado al divorcio, antes de llegar
al “altar”, y así ha sido.
El PP, mientras tanto, parecía y estaba tranquilo, porque
todo lo que no fuera progresar, y no había visos de
progreso, era estar recibiendo ellos unos votos que ni
siquiera habían buscado.
Al final, dentro de lo malo, hubo lo menos malo, salvo para
UDCE que, lo he dicho muchas veces ya, partió como un grupo
que atraía a muchos y, desde su dirección, están tirando
todo lo conseguido.
¿De quien partió la idea de un pacto entre ambas
formaciones?. No lo sé y me da lo mismo, pero “pocas luces
políticas” tiene el iniciador de estos contactos para tratar
de unir dos formaciones tan diferentes en todo.
Y además, que nadie lo olvide, al PSOE tampoco le iba a
aportar nada positivo y si había alguien que creyó que la
unión de esas siglas iba a llevar aparejada la suma de 2+5,
o los que tengan ahora, además de recoger algún otro resto,
estaban equivocados.
En ese pacto, los dos iban a perder clientela, y el hecho de
que ni siquiera Aróstegui “haya metido la nariz”, que se
sepa, en todo el proceso de conversaciones, es que ni los
más osados creían que de ahí iba a salir algo positivo, a
corto o medio plazo.
El punto final, como no podía ser de otra forma, viene con
las peticiones de cargos a nivel estatal, por parte de UDCE.
Aquí se dejó ver el plumero Mohamed Alí, porque no quiero ni
pensar qué hubiera sido Educación en sus manos.
No se conformó con poco, fue en busca de la mejor tajada,
pero sin saber medir las distancias, por cuanto hoy por hoy,
Aquilino Melgar es, con mucha diferencia, el director
provincial más efectivo que la Dirección Provincial del
Ministerio de Educación en Ceuta ha tenido en los últimos
veinte años.
El tino le volvió a fallar a Mohamed Alí que no sé si quiso,
con ese pacto, emular en poder a Pedro Gordillo en su día,
pero que se quedó en el camino y, de momento, tendrá que
seguir viajando solo.
En el PSOE tratar de hacer algo que sirva como revulsivo
está bien, pero estar saltando de flor en flor, cuando no
tienen perfectamente asentadas sus bases, desde hace muchos
meses ya, puede significar un nuevo paso atrás.
Y no es lo más potable, políticamente hablando, que el PSOE
sea un grupo débil en Ceuta, pero puestos a negociar como lo
han hecho ahora es estar dando más ventaja a su adversario,
el PP.
A más de un año de las próximas elecciones autonómicas, no
veo de donde va a sacar el PSOE votos suficientes para pasar
de los dos representantes que ahora tiene en el
Ayuntamiento.
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