Se muestra realista al reconocer que había obras con
respaldo de grandes productoras ya que considera que los
premios Goya son como una carrera de coches; “no es lo mismo
correr con un 600 que con un Ferrari”. Sin embargo, el
cineasta ceutí, Juan de Dios Marfil Atienza, se confiesa
orgulloso al haber estado entre los 10 preseleccionados en
el certamen de la Academia de Cine en la modalidad de
cortometrajes de animación hasta el sábado. Haber aparecido
en el listado de candidaturas le ha dado “un nombre que
antes no sonaba y ya se conoce”, por ello, Marfil continuará
presentando su obra, ‘Homeland’, en los festivales
nacionales e internacionales, que viajará hasta Francia a
finales de este mes.
Pregunta.- ¿En qué momento surge esa oportunidad de
presentar su trabajo a los Premios Goya?
Respuesta.- En un primer momento no tenía intención pero
gané un premio en Granada y los cortos que estaban en su
palmarés tenían posibilidad de optar al gran certamen
cinematográfico. Los Goya tienen una serie de festivales
donde si ganas un premio, directamente pasas a la
preselección. Entonces al ganar este, me llamaron para
comunicarme que estaba en una fase anterior a la
preselección. Me hizo muchísima ilusión y, partir de ahí,
comencé con el papeleo.
P.- ¿Había entrado alguna vez en esta lista como posible
candidato, concretamente, entre los diez de la modalidad de
cortometrajes de animación?
R.- No, era la primera vez.
P.- El descarte se produjo el sábado, ¿qué sensación tuvo
al conocer que no entraba dentro de las candidaturas?
R.- Me lo tomé bien porque llevo recorridos bastantes
festivales y sabes que es una lotería el ganar o no ganar. A
veces da un poquillo de coraje, otras no, pero en este caso,
como ya sabía que no iba a entrar, pues sólo me dio
curiosidad saber quien había optado y el criterio seguido.
P.- ¿Qué aspectos cree que han tenido en cuenta los
académicos?
R.- Ha sido un año de muchos cortos, sobre todo, de
animación y eso también influye. Si hubiera sido el año
pasado, creo que hubiera optado a los Goya. Los criterios no
están muy claros porque vota bastante gente y no sé muy bien
que habrán tenido en cuenta. Sí se que había dos cortos que
serían seleccionados porque uno venía de Pixar, nivel alto,
y otro de una productora de Granada, que está apadrinada por
Antonio Banderas. Son empresas fuertes mientras que yo he
hecho el corto solo. Es como una carrera de coches, no es lo
mismo un 600 que un Ferrari. Realmente, los Goya se dirigen
a las grandes producciones, no a las independientes como en
mi caso.
P.- ¿Su creación es diferente entonces, no?
R.- Mi espacio es de festivales pequeños, más independiente.
Aunque es un corto que va a todos los públicos, en blanco y
negro, con lápiz sobre papel y nada más.
P.- ¿Qué quería contar con su cortometraje, ‘Homeland’?
R.- Es la historia de un personaje que está intentando
cuidar a un bichito que se ha encontrado y, poco a poco, a
medida que le va dando cariño, el bicho va creciendo hasta
que llega un momento que debe haber una despedida. La
situación se hace insostenible porque el bichito ya no cabe
en la casa y deben decirse adiós aunque ambos saben que es
para una vida mejor. También se deja ver una meta
inalcanzable.
P.- Al tratarse de un corto de animación, ¿cuales han
sido las herramientas para convertir la historia en escenas?
R.- Ha tenido una elaboración tradicional, por ello, en los
Goya el palmarés no es lo mismo en 3D que en digital. Yo
sólo he utilizado lápiz y papel, luego el escáner para más
tarde editarlo, simplemente. No tiene ninguna producción
pero la música también la he compuesto, convirtiéndose ambos
aspectos en uña y carne. Tarde dos años y no me saturó.
P.- Ya ha obtenido otros galardones y se ha situado entre
los diez preseleccionados a los Goya en la modalidad de
cortometraje de animación, ¿a qué aspira en este momento?
R.- Sigo mandando el corto a festivales y disfrutando de
ellos a la vez de establecer contactos que, a la larga, den
sus frutos. A finales de mes voy a Francia y haber lo que
puede salir de allí. Sí me gustaría no seguir yo solo, sino
intentar buscar empresas de animación, productoras,
subvenciones para moverme por este mundo.
P.- Aparecer en la lista de la Academia de Cine, ¿qué le
dado?
R.- Un nombre que antes no sonaba y ahora se conoce. Ya he
aparecido en revistas y titulares como uno de lo mejores
cortos de animación española y eso, es un orgullo y una gran
satisfacción.
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