Cuando un niño cumple seis años en Ceuta su esperanza de
vida escolar, esto es, el número medio de años que
previsiblemente estará escolarizado, se sitúa en 13,1, el
nivel más bajo de todo el país junto al de Melilla y al de
Castilla-La Mancha. Si se trata de una niña los datos
apuntan a que estará casi un año más en las aulas.
La esperanza de vida escolar a los seis años, cuando inicia
la escolaridad obligatoria, del alumnado ceutí se sitúa en
13,6 años según los datos de ‘Las cifras de la Educación en
España 2010. Estadísticas e indicadores’, que acaba de
publicar el Ministerio de Educación. Este concepto recoge el
número medio de años que previsiblemente un estudiante
estará escolarizada y que se calcula con los datos del nivel
de escolarización en cada una de las edades.
Dicha tasa es, por delante de las de Baleares (12,1),
Melilla (13,3), Castilla-La Mancha (13,4) y Canarias (13,5)
la quinta más baja de todo el país, cuya media está en 14,4
años, una décima menos que en el año académico 2002-2003.
En dicho periodo la ciudad autónoma es una de las pocas
regiones españolas que, sin considerar el sexo del alumnado,
más ha visto crecer su esperanza de vida escolar, que ha
pasado de 12,8 a 13,6 años. De ellos 12,8 corresponden a la
etapa de Educación No Universitaria (que ha evolucionado
dese 12,2) y 0,7 a la Universitaria (que hace cinco años se
situaba en 0,6).
Las niñas ya tenían en el año 2002 unas perspectivas
escolares más largas que los niños, pero el diferencial
entre ambos sexos ha crecido. En el curso 2007-2008, al que
se refieren los últimos datos publicados por el Ministerio,
la esperanza de vida escolar media del alumnado femenino en
Ceuta alcanzó los 13,9 años (14,8 a nivel nacional), uno más
que en el 2002-2003.
La permanencia de los varones en las aulas evolucionó la
mitad y pasó de 12,6 a 13.1.
Las chicas, mucho más
La diferencia es aún más llamativa en el ámbito de la
Educación Universitaria. En este caso a los seis años cada
niña ceutí tiene la perspectiva de pasar una media de un año
en aulas de Educación Superior (la mitad que a nivel
nacional, donde se llega a 2,1), pero cada chico no pasa de
0,4.
Ninguna otra región tiene una esperanza de vida escolar
universitaria tan baja salvo Melilla, que comparte números
con Ceuta. La media estatal masculina llega a 1,4 años y a
1,7 en términos generales para ambos sexos.
La esperanza de vida escolar no indica la asistencia escolar
ya que la unidad de análisis es los años escolares que los
niños permanecen en el sistema educativo.
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