LUNES. 4
Son palabras mayores hablar de la familia Azcoitia en Ceuta.
Yo tuve la suerte de tratar casi todos los días con los tres
hermanos: Eulogio, Santiago y Javier. Y debo
decir que durante muchos años me demostraron lo mucho que
valían. Con Santiago mantuve una amistad sincera donde ambos
nos permitíamos el lujo de intercambiar impresiones. Santi,
que así se dejaba llamar por los amigos, siempre me hablaba
con entusiasmo de Miguel Ángel, uno de sus hijos (por
cierto, magnífico jugador de fútbol que hubo de sacrificar
el deporte por su participación en los negocios familiares).
Con Eulogio es verdad que tuve menos oportunidades de
entablar la relación que mantuve con su hermano, pero fueron
muchas las veces que nos metimos en conversaciones de todo
tipo. Ahora solo queda Javier. Con quien suelo hablar mucho
y al cual le tengo mucha ley. Hoy, cuando nos vimos en la
Avenida Sánchez Prados, y le felicité las pascuas, me
comunicó el fallecimiento de Eulogio. Y nos entretuvimos en
recordar cómo era su hermano.
MARTES. 5
Hacía ya la tira de tiempo que yo no tenía la oportunidad de
charlar con Basilio Fernández. Pero ha sido hoy,
durante esa hora vaga de mediodía, cuando hemos coincido por
el centro de la ciudad. Y hemos caminado durante un buen
trecho hablando del nuevo año. Basilio me confiesa que
trabajo le sobra y que lo único que pide es conseguir cierta
calma que anda necesitando como el comer. Le digo que ha
perdido peso. Y me reconoce que ha pasado por momentos donde
los nervios pudieron con él. En ocasiones, se me ocurre
decirle, uno cree que puede comerse el mundo. Y actúa con
una ligereza rayana en la temeridad. Y, claro, termina
sufriendo las consecuencias. De cualquier manera, y dado que
Basilio es persona formada e inteligente, no tengo la menor
duda de que sabrá domeñar sus apetencias. Máxime cuando lo
tiene todo a su favor. Y en vista de que siempre he sentido
afecto por él y por los suyos, sólo me cupo desearle lo
mejor.
MIÉRCOLES. 6
Coincidimos en el Mesón de la Dehesa, el martes, a la hora
del aperitivo, Jaime Wannon, Francisco Paris, Ángel
Javier Díez Nieto, José Antonio Rodríguez, Manolo González
Bolorino, y servidor. La conversación fue animada y las
risas afloraron. Paris se ha dejado la barba y fue motivo de
comentarios. Ya que la luce encanecida y le concede un aire
mucho más interesante. González Bolorino refirió que el
partido de la Asociación Deportiva Ceuta en Melilla no sería
visto en Ceuta porque le habían pedido una cantidad de
dinero que él no estaba dispuesto a aceptar. A Rodríguez le
hice alguna que otra pregunta que él supo resolver con su
reconocida habilidad. Ésa que poseen los que se han ganado
siempre la vida callejeando. Díez Nieto me dijo que le había
gustado mucho el resumen de final de año que hice en el
especial. Y, cuando le respondí en términos literarios, puso
el clásico gesto de extrañeza que solemos poner cuando
juzgamos las respuestas a la ligera. En plena charla
estábamos, saboreando el buen vino y las tapas variadas,
cuando se sumaron al grupo José Antonio y Ángel
Muñoz. Padre e hijo. El siguiente paso fue llegarnos al
tanatorio para darles el pésame a la familia Jiménez por la
muerte de su madre: Paz Ortigosa. Y allí mantuvimos
un rato de charla con Enrique Jiménez, ‘Quique’ para
los amigos.
JUEVES. 7
Me saluda Fernando Jover. Y me presenta, además, al
secretario del Centro Asociado a la UNED en Ceuta,
Enrique Ávila Pérez. Luego, tan atento como siempre, me
invita a que pase una tarde por su despacho para charlar de
todo un poco. Y acepto la invitación. Siempre y cuando sea
capaz de ofrecerme un wisky de calidad. Y a partir de ahí,
Fernando comienza a tirarme de la lengua. Algo que le ha
gustado hacer desde que nos conocimos hace ya casi tres
décadas. Y, dado que tiene una memoria de aquí te espero, se
puso a contar el día en que habiéndome citado en su
despacho, llegué a la cita y me encontré con que me había
dado plantón. Y a mí no se me ocurrió otra cosa que decirle
a quien estaba en la antesala de su despacho que el director
de la UNED era un mindundi. Aunque de la manera que sabe
decir las cosas Fernando, créanme, uno no sabe si en ese
momento está destacando la acción o bien te está haciendo la
radiografía de la mala educación. Aunque, tratándose de
Fernando Jover, a mí me da igual. Porque sé que es un tío
legal. Que, en cuanto puede, te premia con la copa de la
amistad.
VIERNES. 8
Llevo varios días tropezándome con Alfonso Conejo y
aprovechando las ocasiones para intercambiar impresiones con
él. Aunque sin dejar huellas en estas páginas de lo hablado.
Así que lo haré hoy. Alfonso, a quien nadie le podrá negar
su añeja militancia en el PP ni los servicios que le ha
prestado al partido, no ve con buenos ojos la forma de
actuar que algunos están teniendo con Pedro Gordillo.
De quien él, precisamente, no era un fervoroso defensor.
Pero coincide conmigo en eso que yo dije, días atrás: “Los
cojones, en Despeñaperros”. Y metidos en faena, le puse al
tanto de lo que andan propalando por mentideros y corrillos,
quienes ahora van arremetiendo contra el ex presidente del
PP. Dicen los tales, sin cortarse lo más mínimo, que Luis
María Fernández ha sido el primero de los muchos
seguidores de Pedro que irán cayendo en desgracia. Y a mí,
siempre tan ocurrente, se me ocurrió preguntarle: ¿Caerá
también José Antonio Rodríguez? Y Alfonso no tuvo más
remedio que aguantarse la risa.
SÁBADO. 9
Fue el jueves, si la memoria me es fiel, cuando saludé a
José Antonio Carracao y a José María Más. Y
decidí no contar lo que habíamos hablado, en el espacio
perteneciente a ese día, porque estaba convencido de que
Mohamed Alí, esclavo de sus veleidades, terminaría, más
pronto que tarde, dando la espantada. Así que ellos son
testigos de lo que cuento. Con lo cual se ha demostrado, una
vez más, que el líder de la UDCE se deja llevar más por sus
emociones que por sus convicciones. Así, pues, lo mismo se
levanta un día pensando que debe llamar a la puerta del PP
para hablar de pactos, que al día siguiente se come los
mocos, que ya hay que tener ganas, con Juan Luis
Aróstegui, que al tercero vuelve a las andadas con los
socialistas. En fin, una pena que el jefe de la oposición
esté despilfarrando su credibilidad sin ton ni son. Y, desde
luego, no estando a la altura que merecen sus muchos
votantes. Un capital de votos que está dilapidando sin el
menor miramiento. Por lo tanto, es justo recordar la razón
que llevaba Yolanda Bel, cuando decidió analizar el
comportamiento político de Mohamed Alí, fechas atrás. Le
faltó decirle lo que yo le he dicho en otras ocasiones: es
tan frágil como la flor del vilano, que la mueven los
vientos a discreción. Por ello, no me ha causado sorpresa
leer que las conversaciones de Alí con Carracao han sido
otro gran fiasco. Y van...
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