No sé, como dicen algunos de los
que van recogiendo datos, aunque no oficiales, de lo que
aporta la climatología, cada año, si estas últimas tres
semanas son las más duras, climatológicamente hablando, de
los 12, de los 20 o de los 30 últimos años. Pero lo que sí
podemos decir, es que, en cuanto a lluvias, se ha
solucionado mucho la situación, por ejemplo en Ceuta, pero
también ha ocasionado unos estragos, de los que la gente se
acordará, durante muchos años, en el futuro, especialmente
en Andalucía.
En lo que hace referencia a las lluvias, es posible que se
haya llevado la palma Jerez y sus inmediaciones,
especialmente ciertas pedanías que fueron anegadas, a lo
largo de las fiestas navideñas. Y para rematar la situación,
como si fuera el “maldito regalo de Reyes”, en Granada, un
pueblecito de esos pequeños, que no tiene apenas nada,
Valderrubio, casi ha cambiado su propia imagen, por el agua.
Esto en el sur, en zonas donde nieva menos o no lo hace
nunca, porque lo de la nieve ha sido otro cantar en Galicia,
Asturias, en Vitoria, en Castilla – León y en todo el
levante español, que han quedado convertidos en paisajes de
postal, pero sólo de eso, ya que quienes tienen que circular
por allí, necesariamente, están pasando las de Caín, para no
terminar en la cuneta.
Agua, mucha; nieve, más de la cuenta y frío para regalar. Es
lo que tenemos, desde el 20 de diciembre, cosa que
meteorológicamente podemos comentar, enjuiciar, pero no
detener, por muchos métodos científicos que haya para
controlar casi todo.
Ahora bien, y especialmente en los lugares que no llueve a
diario, lo que sí tendrá que controlarse, por los organismos
correspondientes es que cuando se realicen ciertas obras en
lugares que, cada vez, se van aprovechando más, no se
construya donde cada uno quiere, entrando en “cauces” de
arroyos o torrentes que, en su momento, pondrán de
manifiesto cual es su terreno.
Y es más, en Valderrubio, ese pueblecito de Granada que
“casi ha sido transformado” en pocas horas, por la lluvia,
con la muerte de una mujer, si en su momento, cuando se
entubó un paso de carretera, en un famoso barranco, que es
como lo entienden allí, se hubieran dejado aberturas
suficientes para casos de riadas, el pueblo no hubiera
tenido los problemas que estas lluvias le acarrearon. Ahora
bien, como ciertas obras se diseñan desde un despacho, por
unos técnicos que saben mucho de sus cosas, pero desconocen
el día a día de lugares donde van a ir esas obras, ahora ha
habido que lamentar esa muerte y todo lo que cuesten unas
reparaciones que habrá que acometer con urgencia.
De la nieve, en Ceuta, pocas cosas podemos decir, en otras
partes lo único desagradable ha sido que algunos alcaldes
despreocupados, por aquello de que en su ciudad no nieva
mucho, aunque sí pueda nevar, no tenían las reservas de sal
suficientes, para que las calles no quedaran cortadas. En
esto se llevó la palma Santiago de Compostela y algo también
Vitoria.
Y como al César hay que darle lo que es del César, en esta
ocasión, las máquinas quitanieves de las carreteras actuaron
con prontitud. Claro que ante tantos lugares que atender y
con tanta nieve caída, hubo pueblos que se llevaron la peor
parte. En Ceuta, al hablar de nieve es para hacer poesía,
aquí no nieva y el frío llega de tarde en tarde, pocas veces
llegamos a los cero grados, aunque en estos días estamos muy
cerca. Total cero grados “ni frío, ni calor”.
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