Por si ustedes no lo saben, aunque
esto estaba más cantado que “Macarena”, se lo digo yo que
soy así de bueno. Juan Lapuerta o sea Joan Laporta en
catalán, se quiere presentar al asunto de la política.
Esto debe ser cosas de las condiciones en las que les han
dejado las seis copas. Oiga, amigo guardia, que seis copas,
así como el que no quiere la cosa, toda seguidas son muchas
copas. Ojo, no se me vayan por la ramas y me sean mal
pensados, al hablar de las seis copas, me estoy refiriendo a
las que ha ganado el Barcelona, en este año de gracia.
Quiero aclarar esto, para que no se me diga después, lo que
algunos están pensando que he dicho o he querido decir,
cuando lo que he escrito es todo lo contrario de lo que
están pensando. Que me conozco al personal.
Pues nada que, Joan Laporta, se lo voy a poner en catalán,
porque el hombre es tan catalán, catalán, que se puede
enfadar conmigo y darle algo. No le vaya a pasar algo, por
no poner su nombre en catalán, y se me acuse de que soy el
culpable de ello.
En principio se decía que le habían ofrecido un puesto en
sus listas, CIU y ERC. Para, mi personalmente y en persona,
creo que esto sólo era un globo sonda por si alguien, de
alguno de los dos partidos mencionados, picaba en el
anzuelo.
Lo malo para Joan Laporta, siempre en catalán, es cuando los
dos partidos mencionados, han salido a la palestra diciendo
que en sus lista ni de coña. Lo que ha supuesto un varapalo
para Joan, que ya se veía incluido en alguna de las listas
mencionadas.
El hombre después de habérsele pasado el pequeño cabreo que
ha cogido, al conocer que en ninguno de los dos partidos,
CIU y ERC le quieren, se ha dicho, pues nada me hago un
partido para mí y punto pelota.
Perdonen, antes de seguir, esto de me hago un partido para
mí, porque los demás no me quieren, me recuerda a algún
político de Ceuta, y a pesar de hacer memoria, no me acuerdo
quién puede ser ese político.
De lo único que me acuerdo es de que, este político ceutí,
tiene más moral que el Alcoyano y, después de tres
elecciones en las que el pueblo le negó sus votos, sigue
insistiendo.
Tengo que hacerme una reparación urgente de las neuronas
cerebrales, para poder recordar cosas que se me van de la
cabeza. Oiga, quién será ese político. Segur que es alguno
de esos salvadores que surgen en los pueblos, pero que nunca
salvan nada.
En fin que, Joan Laporta, a igual que el político ceutí del
que lamento no acordarme de su nombre, se presenta como un
“salvador” de Cataluña. Miedo siento por Cataluña, con la
llegada de este “salvador”.
Y es que los “salvadores” de los pueblos o de las Patrias,
siempre me casan un temor inevitable. No lo puedo remediar.
Dios nos libre de todos los que dicen que vienen a la
política para “salvarnos”.
Cada vez que aparece, en política algún “salvador”, de estos
que nunca “salvan” nada, me acuerdo del chiste aquel que
decía: “Virgencita que me quede como estoy”.
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