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El líder del PSOE de Ceuta
compareció ayer públicamente para dar sus explicaciones
alrededor del cese de las negociaciones de su partido con la
UDCE para forjar lo que se presentó como una alternativa
política a la mayoría del PP de naturaleza “progresista” en
la ciudad. Lo que en principio se dio a conocer como un
trato con naturaleza de alta Política se ha truncado, en
apenas unas semanas, en un fracaso achacable a razones
alejadas de motivaciones ideológicas. Según lo que ayer
explicó Carracao el naufragio de las negociaciones se debe a
que tal o cual cargo no ha acabado en las manos que una
parte deseaba y a diferencias y recelos personales. Con este
modus operandi los políticos tampoco ayudan a ganarse la
confianza ciudadana.
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Ver la televisión en las debidas
condiciones o no sufrir una contaminación acústica que
impida descansar o disfrutar del ocio hogareño como debe ser
son problemas que también atañe resolver a las
instituciones. Si no directamente, pues tampoco es cuestión
de dejar reposar sobre los hombros de la Administración
pública todos los inconvenientes que surgen en la vida
cotidiana de los ciudadanos, sí indirectamente,
contribuyendo a ayudar a estos a encontrar una salida para
los mismos. Muchos ceutíes siguen, después del apagón
analógico, sin ver la TDT en sus casas cuando las
inclemencias meteorológicas arrecian y otros tantos sufren
ruidos más allá de lo tolerable. Los políticos deben saber
resolver estos problemas y, si no, indicar cómo hacerlo.
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OPINIÓN / EDITORIAL
