El ataque al Jefe Superior del Cuerpo Nacional de Policía en
Ceuta por determinada pseudoperiodista debe ser llevado por
José Luis Torres como una medalla al derecho a la libertad
de expresión, que también tienen todos los comisarios del
mundo, y a su paciencia demostrada en la muy noble y leal
ciudad de Ceuta, que, como se dice con justicia de esta
tierra, quien a sus playas llega encuentra aquí su hogar,
algo que suele ser recordado por el presidente Vivas en sus
aleluyas particulares.
Otra cosa es que en esta tierra haya cabras que tiran al
monte y que en el cerebro de la cabra sea más importante
“contarnos una historia consistente que contarnos una
historia verdadera”, según reflexiones científicas de mi
admirado Eduardo Punset.
Todavía vivimos en una sociedad en la que queda algo de
respeto a determinados valores que han prevalecido durante
siglos y que también valora en su justa medida el “quién
dice qué”. El ataque y los insultos personales al Jefe
Superior del Cuerpo Nacional de Policía en Ceuta vienen de
un curriculum profesional tan corto que a la autora de la
tropelía ha sido necesario comprarle un traje de Gozzila en
los chinos para que el caniche pueda parecer algo cuando
ladra profesionalmente, aunque puestos a gastar podrían
haberla comprado algo mejor porque no será por falta de
dinero para disfrazarla...
En cuestiones de Periodismo bastaría añadir que si un
profesor universitario de ética se cruzara por la calle con
tal sujeto es muy probable que el profesor sufriera un
desmayo por la contaminación tóxica profesional que
desprende el personaje.
Durante muchos años he vivido situaciones violentas como
testigo, desde el País Vasco hasta las favelas de Ecuador,
país donde me llegaron a apuntar con un revólver en la
cabeza dentro de mi ejercicio como periodista.
Ceuta tiene la suerte de contar en estos momentos con unos
jefes policiales y militares a los que otorgo mi confianza
profesional como periodista.
Respecto a los políticos de esta muy noble y leal ciudad
sólo les voy a decir algo que se ha dicho muy recientemente:
los políticos hablan, los líderes actúan.
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