Y para muchos es como si les
estuvieran regalando los productos, tras los gastos enormes
realizados, desde el 20 de diciembre, hasta el 5 de enero.
Las rebajas son el tránsito de la ilusión de los Reyes Magos
a la famosa cuesta de enero que uno no sabe desde qué
perspectivas mirarlas.
Pero lo que se pregunta más de uno es si las rebajas
favorecen, de verdad, la economía, o si son la puerta de
salida para que muchos comerciantes no se queden ahí con
unas mercancías que, a duras penas, podrían ir sacando de
otra manera.
Vistas, desde una perspectiva de ahorro, sin más, sí que son
interesantes y sí que solucionarían ciertas economías que,
tras las fiestas navideñas, han quedado en la ruina. Lo malo
es que aquellos que son compradores compulsivos, con el
pretexto de que es más barato, compran todo, sea útil o no,
tengan o no tengan necesidad de comprar, con lo que, después
de unos gastos muy fuertes de más de dos semanas, vuelven a
dar un “tajo” ya irrecuperable para tres meses a la tarjeta,
y lo que es peor, parte de lo que compraron en las rebajas,
sin necesitarlo, va a dormir en el fondo de los roperos
hasta ..., uno no sabe cuando.
Es norma ya, desde hace unos cuantos años que, el comienzo
de estas rebajas, y hasta el final de febrero, sea el día
siete de enero. Algunas autonomías las han comenzado una
semana antes. Unos nuevos Reyes Magos para que los
establecimientos sigan vendiendo.
¿En qué favorecen a los comerciantes?. En mucho, y no es que
con estas rebajas “estén dando duros a tres pesetas”, ellos
son los grandes favorecidos, por cuanto todo lo que se les
iba a quedar ahí, a los precios normales, lo van sacando y
en cantidades fabulosas con el reclamo ese de la bajada de
precios.
Se vende para tener fondos con los que volver a comprar,
cara a las siguientes temporadas. Lo de invierno, que ya
estorbaba, deja dinero y espacio para traer lo de primavera
y así es como va esta ruleta.
Y este año con un plus especial, porque la ola de frío de la
que, ni siquiera aquí, nos estamos librando, va a favorecer
¡¡ Y de qué manera!! El que más bufandas, más prendas de
abrigo y todo lo de invierno, de verdad, tenga un reclamo,
como no lo habría tenido, si el tiempo fuera agradable.
Y esta ola de frío, que particularmente, no me gusta nada,
viene como anillo al dedo a los establecimientos de textil
que con el otoño y el comienzo de invierno, tan agradables,
que hemos tenido, no han podido sacar a su debido tiempo y
se había mantenido, prácticamente, todo el stock de la
temporada de invierno, con lo que será ahora cuando lo
puedan sacar, y no sólo el textil entra en el juego de las
rebajas para poder hacer caja, aunque con menos beneficios,
sino que también la perfumería y la decoración, además de la
zapatería, van un poco a rebujo de esas otras parcelas que
son las iniciadoras y las que más necesitan remover sus
escaparates para traer otros productos de época.
Desde ahora, hasta finales de febrero, con carnavales de por
medio y con San Valentín, por aquello de los regalos, van a
ser el atractivo más a tono con el tiempo, muy malo durante
estos días, y que suponemos que, cuando todas las pegatinas
esas de los “chollos” desaparezcan de los escaparates, ya
estará llamando a nuestras puertas la primavera. Así corre
el tiempo.
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