La Calabilla de Benzú ya es Bien de Interés Cultural. Así lo
ha decidido el Consejo de Ministros por un Real Decreto. Con
categoría de zona arqueológica, los restos hallados por
Darío Bernal y José Ramos ya están protegidos. Además, el
yacimiento tiene una localización estratégica: entre el
norte de África y el entorno de Gibraltar, y plantea la
posibilidad de que las comunidades cazadoras-recolectoras
pudieran pasar hacia Europa a través del Estrecho.
El Consejo de Ministros aprobó el pasado jueves el Real
Decreto por el que se declaraba como Bien de Interés
Cultural, con categoría de zona arqueológica, el Yacimiento
del Abrigo y Cueva de Benzú. Un paso muy importante y
trascendental para sus descubridores e investigadores, Darío
Bernal y José Ramos, codirectores del proyecto y doctores de
la Universidad de Cádiz (UCA).
Para Bernal, el yacimiento es una “referencia nacional. Se
descubrió en 2001 y el hecho de que se haya aprobado por
parte de los técnicos del Ministerio, es una sastisfacción
enorme”. El gran esfuerzo realizado por Cádiz y Ceuta en
este sentido, ha proporcionado a los investigadores las
fuerzas necesarias para seguir estudiando la zona.
La realización de la Carta Arqueológica de la Ciudad de
Ceuta hace ya ocho años por un equipo de la UCA, permitió
determinar la existencia de un asentamiento de unos 270.000
años de antigüedad en el Abrigo de Benzú y en la Cueva. “En
Benzú el compromiso que adquirimos fue el de hacer una
excavación estratigráfica -de arriba a abajo- y se
descubrieron restos interesantes. Ya hemos cumplido nuestros
propósitos al 100%”, asegura Bernal. En estos diez años
solamente se ha cubierto un 10% del total del yacimiento,
con lo que todavía queda mucho que estudiar acerca de la
presencia de objetos de carácter musteriense.
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