La 52/2007 ley de Memoria Histórica, que en su artículo 15
hace referencia a los símbolos y monumentos públicos, entra
en Ceuta con todo su rigor. Hasta la fecha no había afectado
al normal desarrollo de los militares ni a sus
infraestructuras. Ahora la Comandancia tendrá que acatar las
órdenes y cambiar el nombre de varias calles de sus
cuarteles.
Es la primera vez que Ceuta tiene que realizar
modificaciones en su infraestructura militar a causa de la
52/2007 Ley de la Memoria Histórica. Se trata de la
modificación de cuatro calles de cuarteles que tendrán que
cambiar sus nombres por orden del Ministerio de Defensa.
Según fuentes de la II Subinspección General del Ejército,
con base en Sevilla, uno de los afectados es el del Coronel
Galindo, ubicado en la zona de Loma Margarita. En sus calles
interiores, hay dos con nombres de militares que deben ser
retirados y cambiados por otra nueva nomenclatura. Se trata
de las calles, ‘capitán Henríquez Botella’, laureado en 1944
con la Cruz de San Fernando y ‘capitán Esteban Ascensión’,
que fue condecorado por su defensa de la posición de Las
Minas, en Vizcaya, durante la Guerra Civil. Este militar se
encontraba al mando de el Sexto Escuadrón del Regimiento
“Cazadores de Numancia”, y guarnecía la parte más avanzada
de la posición de Las Minas. Al verse sorprendido por un
enemigo superior en número alentó a sus mermadas tropas con
arengas que terminaron con éstos cargando a bayoneta calada
tras agotar sus municiones. Al final consiguió mantener sus
posición por lo que fue condecorado con la Cruz Laureada de
San Fernando.
El otro cuartel afectado por la ley de Memoria Histórica de
2007 es el de ‘Fiscer’. Aquí también tendrán que cambiar el
nombre de dos de sus calles interiores. La primera de ellas
hace referencia al teniente Reinoso y la segunda, al
teniente Boza de Blas, laureados ambos en 1936 con la Cruz
de San Fernando.
Esta condecoración es la más alta distinción castrense con
la que se premia “el valor heroíco como virtud sublime que,
con relevante esfuerzo de la voluntad, induce a acometer
excepcionales acciones, hechos o servicios militares,
individuales o colectivos, con inminente riesgo de la propia
vida y siempre en servicio y beneficio de la patria o de la
paz y seguridad de la comunidad internacional”, según se
recoge en el reglamento militar.
La interpretación y aplicación la Ley de la Memoria
Histórica está originando cierta polémica pues no todos la
interpretan del mismo modo. De hecho en la relación,
publicada por el diario ‘La razón’, de nombres de calles
interiores e incluso cuarteles que tienen que cambiar su
nomenclatura se encuentra el del soldado Ponte Anido. Su
historia es muy curiosa y algunos se preguntarán porqué hay
que retirar este nombre cuando fue protagonista de uno de
los pasajes más heroícos del frente ruso-alemán durante la
Segunda Guerra Mundial. Este militar enrolado de forma
voluntaria en la División Azul recibió su medalla a título
póstumo después de que, herido, se abrazara a una mina y se
lanzara contra un carro de combate ruso, durante la batalla
de Krasny Bor, para evitar que atacara un hospital de
retaguardia en el que se recuperaban muchos compañeros
suyos. La lista de militares cuyos nombres serán borrados de
los cuarteles se completa con el general Moscardó, el
general Valera (condecorado por Alfonso XIII), el teniente
Ripoll y el teniente Alfonso Martínez.
Todos están laureados con la Cruz de San Fernando.
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