En la madrugada del 31 de diciembre ha caído una piedra de
la fachada del Edificio Florencia de unos 40 kilos de peso
desde una altura de un quinto piso en la puerta del comercio
Caprichos en la calle Real. ¿Qué hubiese sucedido si en vez
de caer de madrugada lo hubiese hecho unas horas más tarde?,
¿a quién se les exigirían responsabilidades?.....
Con un mínimo esfuerzo de memoria: en febrero de este año
que termina los vecinos del edificio Florencia acudimos a
las autoridades locales: Policía Local y Bomberos alertando
del estado de desprendimiento de las piedras de la fachada
del edificio Florencia.
Las autoridades de forma sorprendente actuaron de distintas
formas, unos siguiendo el procedimiento establecido y otros
salvaguardando intereses particulares.
La policía local actuó de inmediato, por la noche acordonó
el perímetro del edificio y avisó a los bomberos. Estos al
llegar y utilizando las escalas y medios oportunos
procedieron a retira distintas piedras de la fachada que
estaban a punto de desprenderse, lo hacían sin ningún
esfuerzo, con las manos quitaban piedras de hasta 60 cm por
60 cm que pesan muchos kilos. Al día siguiente y con
suficiente luz los bomberos acudieron de nuevo al edificio y
siguieron apartando piedras de la fachada que amenazaban
desprenderse en cualquier momento. Es aquí cuando empieza el
verdadero disparate que puede terminar en una desgracia
personal. Los bomberos que estaban actuando en la retirada
de piedras, en contra de su propio criterio son apartados
por el jefe de bomberos, casualmente cuñado de uno de los
promotores del edificio. El Arquitecto responsable de la
construcción del edificio Florencia (Arquitecto que es
también Promotor, ostentando el 25 por ciento del capital
social de INVERCAP S.L., empresa promotora del Edificio
Florencia) se persona en el ayuntamiento y mediante escrito
consigue retirar las medidas cautelares (cierre de la calle
Real al tránsito de tráfico y cierre de los comercios del
edificio susceptibles de que sus usuarios sufran daños). Los
técnicos municipales nos dicen que el Arquitecto Promotor ha
adquirido la responsabilidad de lo que pueda ocurrir con el
desprendimiento de piedras de la fachada ya que es “quien
mejor conoce el edificio” y que esto es suficiente para dar
por zanjado el asunto. Todo esto sucede ante las quejas de
los vecinos que son quienes están amenazados por el estado
de presunta ruina de la fachada y que no entienden como los
técnicos municipales se pliegan ante los intereses del
Promotor.
Cuatro días más tarde de nuevo los bomberos se personan en
el edificio y cortan el tráfico en la calle Real, y de nuevo
se sucede la misma estampa, asistiendo y tomando parte
activa en la resolución el Consejero de Gobernación. La
cuadrilla de bomberos ante la orden del jefe de este cuerpo
de retirarse de la zona protestan airadamente, a voces,
insistiendo en que la gravedad de la situación aconseja
medidas distintas de las de mirar para otro lado. Los
vecinos atónitos asistimos a este espectáculo, siendo en la
medida de lo posible el Consejero de Gobernación el que pone
un poco de orden entre los intereses particulares de quienes
pretenden que no se haga ruido con la noticia de la
construcción de un edificio en la calle Real cuya fachada un
año después se cae a pedazos y los vecinos, que quedan
desamparados y resignados a entrar y salir del edificio con
cautela y siempre mirando hacia arriba por si les cae una
piedra encima. Esa misma mañana se personó una técnica
municipal y la primera orden que da es la de andamiar el
perímetro del edificio y poner una superficie de madera
sobre los andamios para salvaguardar la seguridad de los
peatones. Obviamente esta solución que es la que se adopta
en cualquier ciudad presentable no se hace en la nuestra,
limitándose todo al final en poner una red de protección en
aquella zona afectada. Es más que evidente la connivencia de
determinados técnicos municipales con el Promotor, habiendo
permitido la apertura de un edificio con gravísimos e
importantísimos incumplimientos de normativas urbanísticas,
tanto de construcción como de seguridad, asuntos estos que
están siendo tratados en los tribunales de justicia de esta
ciudad y cuya primera sentencia judicial ha condenado al
Promotor, además de proceder los técnicos de forma
torticera, no estudiando la estabilidad de la fachada y
aconsejando retirar cualquier medida cautelar de seguridad
establecida y otras que se pudiesen imponer.
En calidad de Presidente de Reclamación al Promotor y
representante de los propietarios del Edificio Florencia
para estos asuntos solicito (por esta vía en la confianza
sea más expeditiva que las anteriores) de las autoridades se
depuren responsabilidades por la falta de imparcialidad y de
profesionalidad de los técnicos municipales que han
intervenido en este asunto y que se pliegan a los intereses
particulares, olvidando que los ciudadanos que les pagamos
el sueldo cuanto menos lo que esperamos es que cumplan con
su trabajo y actúen de forma equitativa sea con un Promotor
muy conocido o con otro menos conocido al que les exigen el
cumplimiento de todas las ordenanzas y procedimientos,
además de que se adopten las medidas de seguridad que
establezcan los procedimientos para el riesgo que genera una
fachada aplacada de piedra que según un informe técnico
elaborado por el Arquitecto Superior D. Emilio Betés Cuadra
pueden desplomarse en cualquier lugar de la fachada y en
cualquier momento. Esta información está en poder de los
técnicos municipales.
Del Promotor Invercap no esperamos nada ya que después de
años tratando de lograr una solución amistosa esto ha sido
tarea imposible no habiendo quedado más solución que
entablar una reclamación judicial contra ellos por un
importe aproximado de 300 millones de pesetas. Aconsejo a
los futuros compradores de otras promociones de Invercap,
como las del pasaje Fernández, se aseguren de que estos
problemas que tenemos en el Edificio Florencia: mala
ejecución de obras, humedades generalizadas, cambio con
respecto a la memoria de calidades e incumplimientos de las
normativas urbanísticas y constructivas, no vayan a
repetirse en esa promoción.
Los técnicos contratados por la Comunidad dictaminan que las
propuestas de solución de Invercap sobre la fachada no solo
no es la que corresponde, sino que podría agravar el
problema, motivo por el cual se le ha impedido a Invercap
actuar sobre la fachada. El Arquitecto Superior con más de
25 años de experiencia que ha realizado el dictamen del
edificio Florencia, la Comunidad de Propietarios lo tuvo que
contratar en Málaga para que fuese lo mas objetivo e
imparcial posible y no estuviese contaminado, ya que
estábamos escarmentados con los técnicos municipales. Ojalá,
que cuando se caiga la siguiente piedra sea de madrugada
otra vez y no cause daño personal alguno, este es parte de
mis deseos para el 2.010.
PD.: no generalizo con todos los técnicos municipales de la
Conserjería de Fomento, tan solo me refiero a los que han
actuado en este desaguisado.
*Presidente de la Comisión de Reclamación al Promotor del
Edificio Florencia de Ceuta.
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