Los proyectos para los tres aparcamientos que la Ciudad
construirá en Terrones, San José y el Polígono Virgen de
África incluyen un estudio de valoración del potencial
arqueológico en las parcelas, en las cuales sólo se
recomienda “extremar las precauciones” en la primera por la
proximidad de las Murallas Merínidas.
En el informe, elaborado para la adjudicataria por la
empresa especializada Arqueotectura, se señala que el mismo
consiste “en el análisis del potencial arqueológico que
podría existir en las obras a llevar a cabo para la
construcción de tres aparcamientos situados en el Campo
Exterior de Ceuta, ubicados respectivamente en Terrones
(junto a las Murallas Merinidas), San José y Polígono de la
Avenida de África”.
En este documento se analizan “las cautelas arqueológicas a
las que están expuestos los suelos en cuestión, se valora el
potencial arqueológico que pudo existir así como la afección
de los proyectos de obras previstos”. Por otra parte se
incluyen unas propuestas de actuaciones arqueológicas
adecuadas a la naturaleza de las zonas de cautela y en
función de las propias características de cada de las
actuaciones y del solar sobre el que está previsto que sean
llevadas a cabo”.
En el caso de Terrores, y según el estudio geotécnico, las
obras apoyan directamente sobre el sustrato geológico. Más
de la mitad de la parcela, en sentido Norte-Sur, experimentó
un rebaje previo en el momento de la instalación en la misma
del actual polideportivo que la ocupa y de hecho “se observa
cómo para conseguir la cota actual de la parcela se realizó
un importante recorte de la ladera original, cuya cota más
baja se localizaría en las inmediaciones de la Muralla
Merínida”.
En el informe se señala que “efectivamente, en los recientes
trabajos arqueológicos llevados a cabo en la Puerta de Fez
se ha podido documentar la importancia de los movimientos de
tierra que se llevaron a cabo para la construcción de la
barriada de Terrones y sus infraestructuras”, pero que “aún
así, se han documentado restos de fosas medievales excavadas
en el sustrato natural a partir de cota de calle”, lo que
hace aconsejable “extremar las precauciones y ahondar en los
trabajos de diagnóstico en la mitad oeste del solar,
precisamente en la zona más cercana a las Murallas del Afrag”.
Para los expertos “es posible que las propias obras del
polideportivo hayan destruido los restos arqueológicos que
quizás se hubiesen conservado”, no obstante lo cual, “el
rebaje previsto, superior a los 2 metros desde la
superficie, podría suponer la localización de vestigios
arqueológicos desconocidos”.
Para evitar estos riesgos, así como reducir “la posible
afección sobre la estabilidad de las vecinas murallas”, se
recomienda “minimizar la afección del proyecto de obras al
subsuelo, especialmente en el espacio más cercano a la
cerca”.
Por su parte, en el caso de San José se señala que el
trabajo arqueológico se concentrará en los dos primeros
metros a partir de la cota de calle, “donde se podrá valorar
la posible existencia de estratigrafías arqueológicas
positivas o la existencia de substrucciones con contenido
arqueológico”.
Finalmente, en el caso del Polígono, Arqueotectura señala
que la parcela contienen un “importante relleno de unos 9
metros”, un paquete que “no presenta interés arqueológico”
por lo que sólo es necesaria una supervisión arqueológica de
los movimientos de tierra.
En el caso del proyecto de Terrones, los técnicos de la
Ciudad trabajan, tal como adelantó este diario el pasado 14
de diciembre, en la posibilidad de incluir en el mismo la
construcción del Centro de Interpretación de las Murallas
Merínidas.
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