Una de las cosas que hago
cotidianamente, aparte del sagrado deber de sanear el
cuerpo, y después del “tallat amb poc sucre”, es meter las
narices en la prensa diaria para no perder el hilo de los
follones del país.
Una de las noticias que destaca hoy es la referida a la
decisión del Ayuntamiento de Vic (Osona) de formar un equipo
de chivatos.
Esta medida, encaminada a delatar a inmigrantes sin papeles
aprovechando el empadronamiento al que se ven obligados par
recibir ayudas.
La delación levanta ampollas, siempre, y esa medida
anticonstitucional no ha sentado nada bien en las esferas
políticas de Catalunya. De España aún no lo sabemos.
Pese al pacto intermunicipal que se realizó días atrás en la
“Taula de Ciutadania i Inmigració”, el Ayuntamiento osonés
decidió irse por peteneras y aprobó delatar ante la policía
a los inmigrantes que se empadronen y pasen tres meses sin
obtener el permiso de residencia.
Esta sorprendente decisión sólo viene a causar sorpresa e
indignación. Lo que pasa en ese Ayuntamiento es que el auge
del partido radical PxC (Plataforma per Catalunya), en la
oposición del mencionado Ayuntamiento, se basa en su
carácter fuertemente xenófobo.
La represión del antiguo régimen franquista parece que ha
vuelto… en Dinamarca.
Dicen y decían que los europeos nórdicos son los más
demócratas del mundo. Los que más libertades disfrutan.
Sí, sí, que se lo pregunten al Presidente de Greenpace que
se está comiendo el marrón en una cárcel danesa. Simplemente
por entrar y manifestarse pacíficamente con un cartelito
cuya demostración apenas duró cinco segundos.
Aquí, los manifestantes salen golpeados de la misma
manifestación. Se golpean ellos mismos contra el mobiliario
urbano (las porras policiales son complementos) pero casi
nunca dan con sus huesos en la cárcel.
Escanear, lo que se dice escanear lo hago con cierta
frecuencia en mi trabajo profesional. De ahí a que instalen
escáneres en los aeropuertos hay bastante diferencia. Tanta
como descubrir el cuerpo humano totalmente desnudo.
Como se le ocurra, a cualquier inspector encargado de los
escáneres, sacar fotos y meterlas en la ventana de Internet…
Esta vuelta al Estado Policial no es bienvenida en absoluto.
La culpa de que siga habiendo atentados, o intentos, la
tienen los gobiernos autoritarios que se disfrazan de
demócratas.
Que sigan invadiendo países con el pretexto de ayudas
humanitarias, dan pábulo a que muchos indígenas de esos
países invadidos tengan deseos de mandar a tomar por culo de
la manera que pueden hacerlo: atentados individuales.
Carecen, esos países, de poder armamentístico que puedan
replicar seriamente a los invasores.
Las alegaciones acerca de que velan por los derechos
democráticos del país invadido, matando de paso a su líder,
no son convincentes en absoluto. Los pretextos colaterales
son eso, simplemente, pretextos de cara a la opinión
pública… sin que les importe la misma siempre que no
repercutan en una bajada de votos.
Porque un solitario ciudadano de un país decida reventarse y
de paso llevarse por delante a los pasajeros de un avión no
es, necesariamente, un pretexto para invadir un país, en
éste caso Yemen, y como resulta que ese país, Yemen, carece
de recursos petrolíferos importantes… sólo quedará en aguas
de borrajas ese intento publicitario de atacarlo por parte
de los estadounidenses.
¿Quién NO asegura que ese solitario ciudadano se disponía a
cumplir su venganza por la muerte de familiares y amigos a
manos de los marines?
Claro. Eso no es noticia internacional. Ahí mete mucha puya
el efecto mediático de los poderosos.
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