Cargados de caramelos y con miles de regalos guardados con
celo durante un año para los niños del mundo, Sus Majestades
los Reyes Magos pasearon durante la lluviosa y desapacible
jornada de ayer por las calles de la Ciudad antes de entrar
a hurtadillas en los hogares para dejar sus presentes a los
pequeños ceutíes además de tener un pequeño detalle también
con los mayores. Vienen de lejos, a lomos de resistentes y
entrenados camellos desde la tierra de Belén, para cumplir
puntualmente con la parada obligatoria en Ceuta, anclada
entre Oriente y Occidente, bañada por el Mediterráneo y el
Atlántico.
Aunque la alerta amarilla por fuertes lluvias y viento en la
que se encontraba inmersa la ciudad desapareció pasado el
medio día, las intermitentes lluvias continuaron durante
toda la jornada mojando las calles ceutíes, temiéndose que
la siempre esperada Gran Cabalgata Real se viese deslucida y
con menos público de lo que año tras año congrega, aunque
finalmente no fue así.
Pese al mal tiempo, Sus Majestades continuaron con su
apretada agenda y tras ser recibidos por el presidente de la
Ciudad a las 13.00 horas, visitar la Guardería Municipal de
la barriada del Príncipe alrededor de las 14.00 horas, y
disfrutar de una comida frugal y de un merecido descanso en
una estancia hotelera de la Ciudad, Melchor, Gaspar y
Baltasar retomaron el camino hacia la barriada de San José.
Una vez en la citada barriada ceutí, pasadas las cinco y
media de la tarde y aprovechando un pequeño claro de nubes,
salieron desde el acuartelamiento de González Tablas, en la
calle Teniente Coronel Gautier. Esta vez viajaron en tres
carrozas automatizadas, Sus Majestades lanzaron caramelos
ante una multitud exaltada por los suculentos dulces: tanto
niños como mayores doblaron la visagra para recoger las
coloridas golosinas.
Al final de la calle Teniente Coronel Gautier la procesión
expiró, apenas media hora más tarde de la salida. Aún
quedaba por cumplir con la última y más importante etapa de
la travesía: a las 19.00 horas salían de Maestranza y aún
quedaban muchos caramelos por tirar. Bajaron de la carroza
real, montaron en un Mercedes y marcharon cuesta abajo en
dirección al centro de la Ciudad.
Siete en punto. La escuela de equitación de Ceuta volvió a
estar presente en la Gran Cabalgata y dio colorido y
majestuosidad a lo que quedaba de fiesta. A este ambiente
festivo se unían las voces de niños que, desafiando a las
inclemencias climatológicas y ayudados por sus padres,
pedían caramelos aumentando así el bullicio existente en la
calle Real, camino nuevamente del Palacio de la Asamblea,
donde finalizó el evento sobre las ocho y media de la noche.
Acompañados por un séquito de pajes a caballo. A ritmo
de’Campanas de Belén’, ‘Dame el aguinaldo’ y ‘Ya vienen los
Reyes Magos’, canciones interpretadas por la banda de música
de la Ciudad, Sus Majestades recorrieron el centro de la
ciudad.
Durante la cabalgata podía verse el ambiente más típico de
estas fiestas: los roscos de Reyes ya casi habían
desaparecido de los escaparates de las pastelerías del
barrio, las compras de última hora para los infantes de la
casa y la mayoría de tiendas abiertas hasta las doce de la
medianoche para aprovechar este agosto en la fecha de
calendario más consumista del año.
El viento y la lluvia no desaparecieron del todo pero no se
portaron tan mal para que finalmente pudiera celebrarse la
esperada Cabalgata de Reyes y donde los paraguas, además de
proteger de las gotas de agua, servían a la inversa para
hacerse con el mayor número de caramelos posibles.
Con pronósticos de felicidad cumplidos, viendo la caras de
alegría de la ciudadanía ceutí tras la cabalgata de anoche,
ya sólo queda mirar atrás para contemplar un año de buen
comportamiento cívico, de agradable trato a nuestros vecinos
y de auxilio a los más necesitados. Para dar ejemplo, los
infantes ceutíes se portarán muy bien en 2010, para que el
próximo año los Reyes Magos repitan visita a la Ciudad
cargados de nuevo con numerosos regalos. La redacción de
este medio seguirá pidiendo, sobre todo, paz y felicidad
para sus ciudadanos.
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Sus Majestades también visitaron los centros benéficos y el
hospital
Sus Majestades los Reyes Magos de
Oriente no sólo cumplieron y se encontraron con los ceutíes
que pese al mal tiempo reinante salieron a la calle para
darles la bienvenida. Dentro de la apretada agenda que
Melchor, Gaspar y Baltasar tenían ayer, también cumplieron
con diferentes centros, visitando a los pequeños de la
Guardería Municipal de la barriada del Príncipe, a los
ceutíes de la residencia de mayores Nuestra Señora de África
y a los enfermos del Hospital. Con esta visita, además de
llevar regalos a estas personas llevaron ilusión, alegría y
una sonrisa a todas estas personas que por motivos
diferentes no tendrían la oportunidad de reencontrarse con
Sus Majestades en su recorrido por las calles de la ciudad.
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