La Consejería de Gobernación considera que se deben observar
las especiales circunstancias que llevaron a los jóvenes a
concentrarse y practicar el ‘botellón’ en el pasaje González
de la Vega durante la pasada Nochevieja y aseguró que el
fenómeno se “seguirá controlando” durante las veladas de los
fines de semana.
El consejero de Gobernación, José Antonio Rodríguez, ha
pedido “condescendencia” a los residentes del pasaje
González de la Vega, que padecieron durante la Nochebuena y
la Nochevieja un multitudinario botellón a las puertas de
sus casas, cuando se trate de fechas tan señaladas,
“considerando la enorme afluencia de personas que había esas
noches en las calles y la intensa lluvia” que visitó la
ciudad.
Rodríguez consideró el fenómeno “previsible” dada la enorme
concurrencia pública que registró la aledaña Plaza de
España, principalmente durante la noche del 31 de diciembre.
Con todo, subrayó que el referido pasaje se encontraba
completamente limpio a las ocho y media de la mañana del Año
Nuevo a pesar de la enorme suciedad acumulada. “Nos
encontramos hasta vasos rotos”, ilustró.
Respecto a la práctica del botellón durante las noches de
los fines de semana, que los vecinos del pasaje González de
la Vega dicen estar sufriendo desde hace al menos un año, el
consejero de Gobernación apuntó que siempre se ha desalojado
a los jóvenes cada vez que los residentes de la zona lo han
requerido y que se seguirá haciendo. “De todos modos, los
vecinos tienen que comprender que se trata de un pasaje
abierto por ambos lados y que no se puede poner puertas al
campo”, apostilló.
Acotar el fenómeno
El consejero admitió que en Ceuta no existe ninguna
normativa que prohíba el fenómeno del botellón fuera de los
espacios especialmente habilitados para ello pero que, en la
práctica, se está procurando acotarlo a los Llanos de la
Marina, más alejados de las viviendas del centro. “Esto es
algo que se hace habitualmente. Sin embargo, no se puede
evitar que haya jóvenes que se nos escapen y se concentren
en otros sitios”, apuntó.
Y para disipar las dudas acerca de la inseguridad y los
ruidos que genera la movida juvenil en este espacio,
Rodríguez subrayó que los Llanos de la Marina constituye una
de las zonas de botellón “más seguras de toda España”.
En lo que se refiere a la contaminación acústica, aseguró
que se trata de un fenómeno completamente controlado por los
equipos de medición de la Ciudad y que en cuanto se superan
los decibelios permitidos se cursa la correspondiente
denuncia ante las consejerías de Sanidad y Medio Ambiente.
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