El Consejo de Gobierno dio cuenta ayer de un informe del
Cuerpo de Bomberos en el que, según explicó la portavoz,
Yolanda Bel, se revela que los tradicionales “puntos negros”
en cuanto a las inundaciones provocadas por lluvias
intensas, como el paseo de las Palmeras o el Tarajal han
dejado de serlo gracias a las obras realizadas la red de
pluviales.
Las obras llevadas a cabo por la Ciudad a través de la
empresa pública del agua, Acemsa, en la red de aguas
pluviales ha permitido, según el Gobierno, eliminar los
tradicionales “puntos negros” en cuanto a inundaciones. Tal
como explicó ayer la portavoz, Yolanda Bel, al término de la
reunión semanal del Ejecutivo, esta labor en la mejora de
las infraestructuras se ha llevado a cabo también, en el
caso de una obra que calificó de “muy importante”, la
llevada a cabo en la zona de Benítez-Guillén, en
colaboración con la Confederación Hidrográfica del
Guadalquivir (CHG).
Esta tarea ha supuesto, según el informe al que se refirió
Bel, que zonas que habitualmente quedaban anegadas, como
sucedió con lluvias torrenciales del otoño de 2008, no
registren ya este problema. Entre ellas, la consejera citó
el Polígono del Tarajal, el sótano del Mercado Central (bajo
el puente de la Constitución), el paseo de las Palmeras y la
ya mencionada de Benítez.
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