La “efectividad” de los controles de la Guardia Civil
reside, según destacaron ayer sus portavoces, en una
continua labor de “prevención” y control del tránsito de
pasajeros en la zona de preembarque del Puerto, así como de
vigilancia de la zona costera. Aunque todos los integrantes
del Cuerpo tienen entre sus funciones, como en el resto de
casos, la lucha contra este delito, el número de efectivos
dedicados específicamente a esta función, integrados en la
Compañía Fiscal, supera el centenar.
Los efectivos que se encargan de la vigilancia marítima
están apoyados por los agentes y los perros de la Unidad
Cinológica, que prestan servicio en la zona portuaria.
Aunque tal como reconocen desde la Benemérita, la labor de
los canes es “fundamental”, no lo es menos la experiencia y
preparación de los agentes en este tipo de labores. Además,
en ocasiones, la droga está tan escondida u oculta en
lugares tan inverosímiles que resulta difícil de localizar
“incluso cuando el perro la haya marcado”, subrayan.
Desde principios 2005 se encuentra además implantado en
Ceuta el Sistema de Vigilancia Exterior (SIVE), con sede en
Algeciras y bajo la responsabilidad de la Guardia Civil. El
Centro de la localidad gaditana entró funcionamiento en
agosto 2002, mientras que en Málaga y Fuerteventura lo
hiceron en diciembre 2003 y en Cádiz y Granada, a final
2004.
En la zona del Estrecho y en el momento de su implantación,
el SIVE estaba compuesto por tres estaciones sensoras
transportables, coordinadas por un centro de mando y control
instalado en la Comandancia de la Guardia Civil de
Algeciras.
El objetivo del SIVE es “mejorar la vigilancia de la
frontera sur del país” y es un sistema operativo que
“permite dar respuesta a dos de los principales retos a los
que España se enfrenta en la actualidad, la lucha contra el
narcotráfico y contra la inmigración irregular”. En
principio su implantación se limita a las zonas de mayor
incidencia de los tráficos ilícitos, es decir, el litoral
andaluz (desde Ayamonte hasta el Cabo de Gata), las islas
canarias de Fuerteventura y Lanzarote, y las ciudades
autónomas de Ceuta y Melilla.
El SIVE es un sistema operativo que, sobre un soporte
técnico, aporta la información obtenida en tiempo real a un
Centro de Control que imparte las órdenes necesarias para la
interceptación de cualquier elemento que se aproxime al
territorio nacional desde el mar.
Una de las dimensiones fundamentales de este Sistema es,
según informa la Guardia Civil, la humanitaria, ya que el
SIVE permite una detección lejana de las embarcaciones, lo
que facilita las labores de identificación y rápido auxilio
de las víctimas de esta modalidad de tráfico de personas.
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