No se considera escritor, investigador ni historiador
pero el ceutí Luis Oliva describe como un reto personal el
descubrir la historia de los 7 aviadores británicos que
fallecieron en Ceuta cuando iban camino de Egipto en la
Segunda Guerra Mundial. Para ello, Oliva ha tenido que
consultar fuentes que, con la buena fortuna, le propiciaron
el contacto con los familiares de los soldados de Nueva
Zelanda, Canadá y el Reino Unido, además de añadir la
curiosidad de no contar con un editor o distribuidor para su
primera obra, ‘El bombardeo Halifax DT-586. Caído en Ceuta’,
que se puede adquirir en las librerías ceutíes en estos días
ya que “todo ha corrido de mi propio bolsillo”, advirtió.
Pregunta.- ¿Qué relata en las 200 páginas que componen ‘El
bombardeo Halifax DT-586. Caído en Ceuta’?
Respuesta.- Es la caída de un bombardero británico que salió
de Inglaterra averiado en dirección a Egipto y tuvo que
hacer escala técnica en Gibraltar para repostar con la mala
fortuna de que, antes de llegar a Egipto, volvió a averiarse
y se estrellaron en Ceuta en lo que conocemos como la ‘curva
de las viudas’.
P.- Para poder contar esta historia que viene de años
atrás, ¿qué fuentes de investigación ha utilizado?
R.- Mayormente, los archivos militares históricos
anglosajones de Canadá, Nueva Zelanda y del Reino Unido. Y
las biografías de los familiares de los siete aviadores que
murieron.
P.- ¿Cómo contactó con ellos?
R.- Por carta, nada de internet. Estamos hablando de
personas octogenarias y fuimos despacito, con sellos. Y los
archivos igual, por correo.
P.- ¿Cómo se describiría: escritor, investigador o
historiador?
R.- Simplemente como un aficionado ya que lo puse en marcha
por una curiosidad, un reto personal por el que deseaba
llegar hasta el fondo de esta historia. Llevo 19 años como
funcionario de la Administración de Justicia y hay un cierto
paralelismo entre mi trabajo y esto; esa labor constructiva
de intentar llegar al final, a la verdad de las cosas.
P.- ¿Qué interrogantes le surgieron para establecer dicho
paralelismo, aunque sea lejano?
R.- Aquí no hubo ninguna responsabilidad ni nada. Fue la
sucesión de unos hechos que, desgraciadamente, acabaron con
ese final pero no hubo malas actuaciones ni mala acción. En
la guerra todo se desarrolla así y se basa en la fortuna,
que podía haber sido buena.
P.- ¿Género histórico o añade alguno más?
R.- La investigación es histórica pero he novelado una parte
del libro porque si no, sería bastante insufrible, como un
atestado de la Guardia Civil. Entonces, al incluir la
novela, puedes rellenar los huecos que, la propia revelación
de datos que te dan los documentos, no llegan. Hasta los
momentos que se vivieron en los últimos minutos del avión,
en el interior, no llegan los datos entonces debes novelar,
intentar imaginar la situación de lo que vivieron. Esos son
los tramos con los que he compactado datos verídicos que
documentalmente he ido adquiriendo.
P.- ¿Qué podemos saber más sobre esos siete personajes?
R.- Eran jóvenes, de 20 a 23 años, sin descendencia y sin
novia conocida. Prácticamente habían acabado su vida de
estudiantes, con una experiencia laboral cortísima y lo que
sí es de destacar, es que eran voluntarios. Algunos entraron
por el ejército de tierra pero, al final, todos acabaron en
las fuerzas aéreas. Luego se hicieron voluntarios ya que sus
países estaban en Guerra con Alemania y Japón y querían
luchar por los suyos.
P.- En el contacto que mantuvo con los familiares,
¿cuáles fueron las impresiones que le suscitaron?
R.- Fue parte de la suerte porque, para contactar con varios
continentes, después de más de 60 años, y con familiares de
aviadores que cayeron en Ceuta, imagínese. Todo se hizo a
partir de publicaciones y anuncios en la prensa local de los
lugares de nacimiento de los aviadores y la fortuna; que te
lean el periódico y conozcan a los familiares de estos
fallecidos en el norte de África, pues debes contar con el
factor suerte, viendo que el destino lo hace posible. Además
el poder trabajar esa suerte, explotarla, mantener una
relación esquivando la sensibilidad que levanta este asunto,
y conseguir las fotografías que ellos mismos tenían,
compartiéndolas contigo de manera generosa, tratando con
responsabilidad esa información.
P.- Comentaba que no ha contado con editor ni
distribuidor...
R.- Todo de mi bolsillo, tanto la investigación como la
publicación. Me llevó 8 años porque me lo tomé con
tranquilidad y, por ahora, no tengo ningún otro proyecto en
menta. Así que ahora mismo, sólo este libro que está ya en
las librerías.
P.- ¿A qué público se ha dirigido?
R.- Ciudadanos en general de Ceuta que les guste leer la
historia más reciente y de guerra. Y luego, al
especializado; al que le gusten los temas militares y de
aviación. Pero, prácticamente, al publico ceutí que le gusta
saber pequeñas anécdotas.
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