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OPINIÓN - DOMINGO, 3 DE ENERO DE 2010

 
OPINIÓN /ventana abierta

La familia, célula básica de la sociedad

Por María del Carmen Fernández Sánchez


Ya desde el siglo XIX es considerada la familia “como verdadero elemento sociológico y célula básica de la sociedad” Varios Pontífices, como es el caso entre otros de Juan XXIII, Juan Pablo II y Benedicto XVI así la califican.

Es conocido por todos como gracias a la familia la sociedad existe, en el sentido más estricto del término, porque los ciudadanos en primer lugar tienen necesidad de ser engendrados y educados. Gracias a ello, las personas podrán insertarse en el marco social y a la vez fundar su propia familia. Los padres ejerciendo sus derechos y deberes deben de trabajar para formar personas que no se conviertan en parásitos para la sociedad. Para vivir en paz en democracia la sociedad necesita que las familias proporcionen seres aptos para vivir en democracia y ello sólo es posible, si en la familia el individuo aprende a convivir y a ejercitar las virtudes y valores que se precisan para la convivencia social y política. En este sentido, la familia es la primera escuela de socialización. La escuela, o colegio será la segunda.

La Doctrina Social de la Iglesia señala: “La familia es la primera escuela de virtudes sociales, que todas las sociedades necesitan”. La calidad de las familias condicionan la calidad moral de quienes forman un país”

A las familias se le han asignado diversas funciones: económica; biosocial (procreación y crianza de los hijos), espiritual-cultural.

Respecto de la función educativa (sólo vamos a hacer referencia a la misma, por falta de espacio) es de destacar que son los padres los primeros educadores de los hijos. En esta tarea los padres son irremplazables. Es este un derecho original y primario de los padres. Otras instituciones entre ellas el Estado, tienen un deber subsidiario. El Estado es una entidad necesaria que también tiene una serie de obligaciones en materia de educación, pero sus atribuciones tienen un límite. Al Estado corresponde una labor de ayuda, estímulo, complemento. De ninguna manera puede arrogarse el derecho-deber de los padres.

En la Carta de los Derechos de la Familia se recoge lo siguiente:

1) Los padres tienen el derecho de educar a sus hijos conforme a sus convicciones morales y religiosas, teniendo presente las tradiciones culturales de las familias, debiendo recibir de la sociedad la ayuda y asistencia necesaria para realizar de modo adecuado la función educadora.

2) Los padres tienen el derecho a elegir libremente la escuela o colegio para educar a sus hijos según sus conciencias.

3) Los padres tienen el derecho de obtener que sus hijos no sean obligados a seguir cursos que no estén de acuerdo con sus convicciones morales o religiosas. En particular educación sexual que es un derecho básico de los padres, la cual debe ser impartida bajo su atenta guía.

Los derechos de los padres, son violados cuando el Estado impone un sistema obligatorio de educación del que se excluye la formación religiosa.

La familia está situada entre la persona y la sociedad. Lo que favorece a la familia se traduce en bienestar para la sociedad. Lo que desfavorece a la familia se convierte en un mal para la sociedad.

No olvidemos los padres cuales son nuestros derechos-deberes y no hagamos dejación de los mismos

En palabras de nuestro querido Papa Juan Pablo II: EL FUTURO DE LA HUMANIDAD SE FRAGUA EN LA FAMILIA
 

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