Llegado el momento de marcharse de casa para emprender los
estudios superiores o universitarios en Granada, los jóvenes
cuentan con numerosas opciones válidas para elegir vivienda
en la ciudad. La UGR recomienda una gran variedad de
residencias universitarias, colegios mayores y bolsas de
pisos de alquiler. El precio aproximado de una habitación en
un piso alquilado en la ciudad oscila entre 150 y 200 euros
mensuales.
Todos los años, nuevos universitarios se ven obligados a
abandonar sus casas y a empezar su vida lejos de sus
familias. El primer año será decisivo para la integración en
una ciudad totalmente desconocida. El primer paso para
ubicarse en ese ambiente novedoso será la búsqueda de un
lugar en el que vivir. En Granada encontramos una amplia
gama con más de 30 residencias universitarias, colegios
mayores, y pisos de alquiler en zonas residenciales situados
habitualmente no muy lejos de las universidades.
Particularmente, los ceutíes, tienden a elegir, desde hace
décadas, a la ciudad de la Alhambra, como una de las
favoritas a la hora de partir para iniciar sus estudios
universitarios o superiores.
La Universidad de Granada ofrece diferentes y útiles
soluciones a tener en cuenta en el momento de buscar
alojamiento en la ciudad. Además de ofrecer información
sobre las diferentes residencias de estudiantes, o colegios
mayores asociados a la Universidad, se encarga de poner en
contacto a gente que busca alojamiento y que necesita
compañeros de piso. A modo de ‘bolsa de vivienda’, recoge
información sobre distintos tipos de alojamiento y la pone a
disposición de toda la comunidad universitaria, no sólo de
los estudiantes.
La buena o mala elección de un lugar para vivir durante el
periodo universitario va a influir, y mucho, tanto en el
rendimiento académico como en la vida social del chico o la
chica en cuestión.
Para disfrutar plenamente del ambiente universitario, la
mejor opción es decantarse por una residencia o colegio
mayor, donde el estudiante podrá relacionarse con un amplio
grupo de personas de su edad y disfrutar de la formación
científica, cultural y deportiva que suelen ofrecer estos
centros. Por lo general, este tipo de alojamientos incluye
habitaciones individuales o compartidas, régimen de pensión
completa, servicio de lavandería, salas de televisión y
vídeo, salón de actos, biblioteca e instalaciones
deportivas. Estos centros pueden pertenecer a la universidad
o ser de titularidad privada. En este caso, pueden estar
adscritos a la universidad, concertados, o ser totalmente
privados, sin ningún tipo de vinculación oficial con la
universidad. Por ello, es recomendable informarse sobre si
han sido debidamente reconocidos por la universidad o no.
Sin embargo, si el joven es más independiente y se encuentra
preparado y maduro para afrontar el reto y la
responsabilidad que este conlleva, puede optar por compartir
piso. Ésta es una decisión difícil de tomar porque implica
una estrecha convivencia en la que todos tienen que
participar para crear un buen ambiente. Además, a la hora de
alquilar un piso, no hay que dejar pasar una serie de
premisas que, a posteriori, pueden ser insalvables. Lo
primero que debe tenerse en cuenta es que el estudiante va a
comprometerse con alguien a través de un contrato, que se
regirá por la Ley de Arrendamientos Urbanos. El contrato de
arrendamiento podrá ser verbal o escrito, si bien es
obligatorio formalizarlo por escrito cuando lo pide alguna
de las partes. Aunque se puede pactar libremente la
duración, si el plazo acordado es menor de cinco años, habrá
prórrogas anuales obligadas para el dueño y voluntarias para
el inquilino hasta cumplir ese período. Cuando no se haya
establecido nada o el plazo sea indeterminado la duración
del contrato de la vivienda arrendada será anual.
Para encontrar un buen piso, es conveniente comenzar a
buscarlo a finales de agosto o principios de septiembre,
antes de que comience el período lectivo en las
universidades, dado que en las ciudades donde hay más
estudiantes, las ofertas desaparecen en los primeros días y
quedan los peores pisos o los más caros. Actualmente, los
precios varían bastante, pero la mensualidad aproximada de
una habitación en un piso compartido en Granada suele ser de
150 €-200 €, más gastos de electricidad, agua y gas.
Internet pone al alcance de la mano un amplio abanico de
espacios webs donde encontrar pisos según la zona en la que
se desee vivir, ya sea cerca de la facultad, en el centro de
Granada o en el extrarradio, a precios asequibles para todos
los bolsillos. Algunos de ellos son: www.enalquiler.com,
www.mundoanuncio.com, www.granada.loquo.com, www.fotocasa.es,
www.habitamos.com y www.granadainmo.com, entre otros.
Si lo que busca es un buen colegio mayor universitario, la
misma Universidad de Granada, recomienda algunos que cuentan
actualmente con un acuerdo con la misma.
De acuerdo con el núm. 1 del art. 200 de los Estatutos de la
UGR «Los colegios mayores son centros universitarios que,
integrados en la Universidad, proporcionan residencia a
estudiantes y graduados. Promueven la formación cultural y
científica de sus residentes y proyectan su actividad al
servicio de la Comunidad Universitaria».
El plazo de solicitud de matrícula suele oscilar entre los
meses de mayo a julio (alguno en septiembre puede abrir un
segundo plazo). No obstante, se pueden consultar sus
condiciones en la página Web de cada uno de ellos. Se
recomienda leer detenidamente su Reglamento de Régimen
Interno y los trámites y requisitos de matriculación.
El precio mensual de estos centros oscila entre los 500 y
750 euros. Posiblemente soliciten depositar una mensualidad
o cuota fijada en concepto de fianza o matrícula.
Las residencias universitarias reguladas en el art. 201 de
los Estatutos de la Universidad de Granada proporcionan
alojamiento a invitados y miembros de la Comunidad
Universitaria. Constituyen una excelente alternativa para
hospedarse mientras se estudia en esta Universidad.
Los precios de estas residencias universitarias rondan entre
los 400 y 700 euros. Probablemente, el primer mes deban
pagar una mensualidad más en concepto de fianza o matrícula,
dependiendo de la residencia en cuestión y las normas de
esta.
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