El pasado día 28 hemos leído, oído
y visto (en prensa, radio y televisión) infinidad de
noticias que nos hicieron expresar, interiormente, nuestros
parabienes por la de cosas buenas que nos ofrecía el
panorama nacional. Así, oíamos como José Luis Rodríguez
Zapatero anunciaba el incremento de pensiones en un 10 % y
el del salario mínimo interprofesional en un 20 %. La
inauguración de veinte hospitales de la Seguridad Social
para poder disponer de una cama por habitación para cada
enfermo ingresado. La creación de tres millones de puestos
de trabajo para erradicar el lastimoso estado de paro de
muchos ciudadanos, españoles de nacimiento, de adopción o
extranjeros que vienen padeciendo esta lacra.
La construcción de un puente que unirá las costas de África
y Europa, a través de Marruecos y España, para que ceutíes y
marroquíes, principalmente, no tuvieran que padecer las
consecuencias de los servicios marítimos o interrupciones de
los mismos por fuertes temporales. La no utilización de la
política antiterrorista como arma política y el logro del
fin de la banda terrorista ETA. La apertura de créditos de
bajo interés por parte de las entidades bancarias y cajas de
ahorro para que un millón de jóvenes pudieran adquirir
viviendas y proceder a la formalización de sus matrimonios
(con lo que, inclusive, podría mejorar la media de embarazos
no deseados) así como a promotores y constructores para que
pueda procederse a la venta de las 800.000 viviendas que hay
sin ocupar en España y, con ello, que pueda procederse a la
revitalización del sector con creación de puestos de
trabajo. La normalización de las relaciones Iglesia- Estado,
dando fin a los enfrentamientos por la nueva Ley de
Matrimonio Civil, Ley de Interrupción Voluntaria del
Embarazo, Salud Sexual y Reproductiva. La normalización
lingüística para que cada ciudadano español pueda expresarse
en el idioma materno o nativo sin cortapisas ni obligaciones
de otra índole.
Al entendimiento, de una vez por todas, de los partidos
políticos para que las distintas autonomías, aparte de
disponer de normas legislativas y competencias ejecutivas,
dispongan de sus peculiaridades, dentro del marco que
establece la Constitución, con la formación de una única
nación española.
Aparte de todo ello, que se van a hacer realidad los
postulados del Partido Socialista como conseguir libertad
“para que toda persona pueda llevar a cabo su proyecto
personal de vida. Igualdad de condiciones para que todas las
personas puedan desarrollar sus capacidades y
potencialidades y solidaridad para que todas las personas
tengan aseguradas sus necesidades básicas”
Hemos oído, también, las propuestas del Partido Popular del
“Plan Hidrológico Nacional, la Económica para creación de
empleo como mejor defensa frente a la pobreza y la exclusión
social, alcance de un Desarrollo Sostenible, formación y
conocimiento de la Constitución como expresión de la
voluntad popular, Garantía de Conciencia y Libertad de todos
los españoles, así como todas aquellas con referencia a
Defensa, Juventud, Mujer, Sanidad, Dependencia, Justicia,
Relaciones Internacionales, Pensiones, Nuevas Tecnologías,
etc.”
Pero no habíamos caído en que el 28 de diciembre se
conmemora la celebración del día de los Santos Inocentes, en
recuerdo del episodio histórico de la matanza de todos los
niños de Belén ordenada por Herodes con el fin de deshacerse
de Jesús de Nazaret y, claro está, todo cuanto hemos leído,
oído y visto se ha quedado en pura fascinación o, sea, el
engaño propio de una inocentada
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