Un último incidente con la evacuación de las aguas
residuales ha reavivado la reivindicación de los vecinos de
San Antonio para disponer de red de alcantarillado después
de treinta años arreglándoselas con una fosa séptica. La
alegría por la renovación de la red de abastecimiento en el
Pueblo apenas ha durado.
La buena noticia de que se ha licitado ya la reposición y
ampliación de la red de abastecimiento de agua potable en la
urbanización del Pueblo de San Antonio apenas ha dado tiempo
de ser saboreada de los vecinos que viven en la parte alta
de esta barriada del Monte Hacho.
El barrio lleva treinta años sobreviviendo sin red de
alcantarillado y apañándose con un pozo séptico que se
limpia y se retira cada cierto tiempo. Pero se trata de un
sistema tan rudimentario para la evacuación de las aguas
residuales que, además de laborioso, resulta a menudo poco
efectivo e higiénico.
El último incidente que han ocasionado las aguas residuales
se ha producido en el Colegio de la Esperanza. Según relato
el portavoz de los vecinos, Ignacio Becerra, el agua de las
duchas de los niños terminó evacuándose a la calle e inundó
el Restaurante San Antonio, muy próximo al centro escolar.
Por eso ahora una de las prioridades de los residentes es
poder contar al fin con red de alcantarillado. Desde el ente
vecinal se insiste en que tanto esta dotación como el
soterramiento del tendido eléctrico tiene ahora una
oportunidad para convertirse en realidad por el avance de
las obras de remodelación en el Parque de San Amaro.
Becerra recordó que esta remodelación llega hasta la
carretera más alta del barrio y sugirió que la alcantarilla
podría contar con un desagüe en una zona de la parte baja
emplazada no muy lejos del pequeño lago del parque.
Mientras tanto, el barrio sigue evacuando sus aguas
residuales en la incómodo fosa séptica. Se trata de un
sistema muy común para tratar aguas residuales, a veces va
unido con un sistema de filtración añadido. La fosa séptica
quita los sólidos sedimentarios y flotantes del agua negra y
el sistema de absorción filtra y trata el efluente
clarificado.El quitar los sólidos del agua residual protege
el sistema de filtración terriza tanto contra la posible
obstrucción y como contra la falla prematura.
Los problemas de abastecimiento que padece el Pueblo no se
dejan notar, sin embargo, en la parte alta del barrio, pues
el agua que baja del depósito del Monte Hacho pasa primero
por esta zona.
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Los vecinos se plantean recurrir al juez por los cortes de
electricidad
La otra gran asignatura pendiente
en la barriada de San Antonio es el soterramiento del
tendido eléctrico, que depende de los postes situados en la
ladera del monte y suele ocasionar cada año más de un
disgusto cuando llega el temporal de agua y lluvia. El
último incidente se produjo el pasado jueves 24, en plenas
fechas navideñas, cuando hasta seis domicilios se quedaron
sin luz, dos de ellos el Restaurante Oasis y el Restaurante
San Antonio. Mientras tanto, las gestiones entre la empresa
de alumbrado y la Ciudad para soterrar la red eléctrica
avanzan despacio. Demasiado para los vecinos que llevan
padeciendo incidentes como el del día de Nochebuena, y que
amenazan con interponer una denuncia judicial por estas
deficiencias en el servicio.
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