La noticia la repiten
constantemente en los telediarios de las distintas cadenas,
quinientos inmigrantes que querían volver a sus países de
origen, para celebrar las fiestas navideñas con sus
familiares, siguen en el aeropuerto de Barajas sin poder
realizar vuelo alguno.
Y lo más penoso, que todas esas criaturas, habían sacado y
pagado sus billetes con antelación, pero la “quiebra” de la
empresa que les vendió sus pasajes, les impide realizar algo
que ellos ya habían pagado. Manda…la cosa.
Al menos, por humanidad, se les debería devolver ese dinero
que ellos habían adelantado para poder obtener sus pasajes.
Porque si la compañía sabía, que no podría realizar vuelo
alguno, por qué acepto el dinero de esas pobres gentes, que
han dejado todos los sacrificios realizados, que no son
pocos, para poder ahorrar la cantidad necesaria para estar
con sus familiares. Algunos llevan más de cuatro años sin
ver a los suyos, incluso a sus hijos.
El Gobierno español ha conseguido que una gran mayoría de
esas criaturas puedan realizar esos vuelos y haber pasado,
con sus familiares, las fiestas navideñas.
Otros no han tenido tanta suerte, y a pesar de esperar a la
reunión mantenida por el Gobierno este dijo, claramente, que
ya no se fletarían más aviones para llevar, al resto que
queda, a sus destinos. Lamento, en el fondo de mi alma, la
situación y la desesperación de todas esas criaturas que se
han quedado en tierra, truncándose sus sueños.
Y digo yo, si es qué se puede decir algo, porque algo habrá
que decir, ante este problema. Lo mismo que el Gobierno
español ha fletado aviones enviando a miles de ellos a sus
casas, por qué a estos quinientos que quedan, sus países de
origen no les pagan el billete de otra compañía par que
realicen sus vuelos.
Que conste, en acta, que en esto no estoy muy puesto, y me
ha cogido días de fiestas para poder hacer averiguaciones,
que cada billete cuesta quinientos euros.
Haciendo las cuentas, si las matemáticas no engañan, y es la
única ciencia que no engaña nunca, quinientas personas a
quinientos euros el pasaje, dan una cantidad de 250.000
euros, que dividido por tres, que son los países que restan,
viene a repercutir esa cantidad, a cada país, redondeando a
84.000 euros cada uno. Cuál es la razón, para que esos tres
países no pongan esa ínfima cantidad para una causa
humanitaria.
Porque a esos países, llegan muchos millones de euros,
gracias al envío que realiza cada uno de esos inmigrantes
que están trabajando en España. Lo que supone un fuerte
ingreso en las arcas de los países que los reciben.
Claro que esto no da para muchas fotografías, sacando pecho,
de algunos de los dirigentes. Ni esas fotografías van a dar
la vuelta al mundo viendo a esos dirigentes, de estos
países, acercándose y mostrando todo su apoyo a los menos
favorecidos.
Otro gallo le cantaría, a esta pobre gente, si pudiesen ser
utilizados, como propaganda de esos mandas que, en estos
momentos, no siente preocupación alguna por sus
compatriotas.
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