Los quioscos de Prensa y chucherías pueden, desde el pasado
28, volver a vender tabaco. La entrada en vigor de la Ley
Ómnibus, que modifica 47 leyes estatales, ha posibilitado
que todos los establecimientos específicos de venta de
prensa con acceso a la vía pública comercialicen cigarrillos
nuevamente a través de unas pequeñas máquinas expendedoras,
que se habían distribuido en el pasado.
El tabaco ha vuelto a los quioscos de prensa del panorama
nacional, desde el pasado día 28, a través del artículo 46
de la Ley Ómnibus, en la que queda recogida una modificación
del artículo 4 de la ley de Medidas Sanitarias contra el
Tabaquismo, por el que quedaba, desde enero del 2006,
totalmente prohibido vender el producto en estos
establecimientos.
Tres años después, tras numerosas reivindicaciones, el
Ejecutivo se ha percatado del perjuicio económico que ha
supuesto para estos negocios tal prohibición y, gracias a
una enmienda, se ha modificado la medida. A partir de ahora,
los quioscos de prensa podrán vender tabaco siempre y cuando
quepa en su interior una máquina expendedora. Ésta, además,
deberá estar en un lugar que permita la vigilancia constante
de su uso.
A simple vista esta modificación de la Ley beneficia a los
empresarios quiosqueros, aunque a esto hay que sumarle la
también aprobada subida del impuesto del tabaco, que ya no
será tan favorecedora como la anterior medida citada para
los ciudadanos. Los empresarios estanqueros asumen esta
nueva adaptación como algo positivo y que no afectará de
manera significativa a sus ventas, alegando que a pesar de
poder vender el mismo producto, los usuarios que decidan
comprarlo en un quiosco tendrán que pagar casi un 10% más de
lo que cuesta en un estanco reglado. “Particularmente, esta
nueva medida no afecta a mi negocio. En los estancos
seguiremos vendiendo el tabaco al precio base, mientras que
los que prefieran comprarlo en máquinas, ya sea de quioscos
o de bares, tendrán que pagarlo un tanto por ciento más
caro. Esto lo dejamos a gusto del consumidor”, dijo Antonio,
empresario estanquero.
Sin embargo, los propietarios de los quioscos, que ya tienen
autorización para vender legalmente tabaco en sus
establecimientos, agradecen esta medida, a pesar de seguir
dudando de las intenciones de un gobierno que, según
comentan, “varía las leyes contradiciéndose, sin importarle
demasiado las pérdidas que eso puede llegar a suponer al
sector comercio”. “Esta nueva medida hará que se acabe de
una vez el monopolio, porque es igual de ilegal que vender
el tabaco en un quiosco. Me parece bien que se endurezca la
Ley Antitabaco, pero no veo normal que hayan dado lugar a
que empresarios hosteleros hayan tenido que hacer una fuerte
inversión económica en sus locales para que ahora no les
sirva de nada”, señalaba María, empresaria local.
Los usuarios ceutíes esperan que finalmente desde el
gobierno se de una solución práctica tanto para el sector
comercio como para el resto de usuarios, los fumadores y los
no fumadores que prefieren que se instaure de una vez por
todas la endurecida Ley Antitabaco que inhabilite las zonas
de fumadores de los locales públicos. “Me parece bien que
habiliten más puntos de venta, pero no veo normal entonces
que cada vez reduzcan más las zonas donde poder fumar.
Parece que está primando el afán recaudatorio sobre la
lógica”, argumentó María José, usuaria ceutí.
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