PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura
Melilla

Opinión
Archivo
Especiales  

 

 

OPINIÓN - MARTES, 29 DE DICIEMBRE DE 2009

 

OPINIÓN / EL OASIS

Año más que horrible


 


Manolo De la Torre
manolodelatorre@elpueblodeceuta.com
 

Al 2009 le queda un suspiro para hacer mutis por el foro. Y muchos son los que han comenzado a celebrar ya su fin. Debido a que vino con las de Caín y se va dejando millones de parados. Los desempleados son tantos que uno tiene la intención de preguntarle a Juan Vivas, por ser economista, si la situación debe ser considerada como recesión o depresión.

Porque los parados son cada vez más y los medios de comunicación tampoco dejan de ponernos el alma en vilo a cada paso, contándonos historias de personas que, de la noche a la mañana, se han visto sumidas en la indigencia.

De los hombres sin trabajo se ha dicho siempre que parecen seres emasculados. Tan irritables como susceptibles y convencidos de que la sociedad les ha tratado malamente. Me estoy refiriendo a los que de verdad carecen de empleos y se ven obligados, en cuanto se les acaban las ayudas mínimas, a que Cáritas los acoja en su seno.

La crisis económica está siendo tan severa que no se ha parado en barras a la hora de cebarse con los trabajadores. De hecho, además de haber pasado por encima de los más humildes, se ha ensañado con la clase media. Lo cual es un síntoma muy grave. Porque ésta ha sido siempre, desde que Aristóteles lo expusiera, ese colchón muelle existente entre los de arriba y los de abajo con el fin de mantener el orden social.

El régimen franquista trató siempre por todos los medios hacerse con una clase media que sirviera de escaparate para quienes nos visitaran. Y los aspirantes, a pertenecer a ese querer y no poder, preferían comer lo justo para presentarse en el trabajo en perfecto estado de revista.

Los hombres de aquella clase media, si querían que los suyos no pasaran gazuza, no tenían más remedio que pluriemplearse. De modo que llevaban para adelante varios empleos tan distintos como, por ejemplo, ser funcionarios municipales, poner inyecciones o hacer de contables en empresas privadas. De aquellos hombres se sabía a qué hora salían de sus casas pero nunca cuando regresaban. Y hasta pasaban por ser felices.

Ahora, según nos informan, los hombres de esa clase media que se han quedado sin empleos, sufren una situación desesperada. Puesto que han pasado de tener coche, piso propio y hasta otro con fines lucrativos, aunque mediante hipoteca, a verse arruinados y con deudas bancarias que no pueden afrontar.

Muchos de ellos, dicen que una gran mayoría, están pasando por ese estado vergonzante que les produce la necesidad de acudir a los centros de ayudas. Donde han de guardar cola, en bastantes ocasiones, junto a quienes llevan ya muchos años viviendo de la caridad y ya están hechos a esas circunstancias. Lo cual es entendible. Aunque no sea lo más grave del asunto.

Lo peor será cuando la crisis remita y quienes perdieron sus empleos no consigan recuperarlos antes de verse invadidos por la desesperanza. Que ha ganado fama de ser peor que la desesperación. Y será entonces, desgraciadamente, cuando muchas de esas criaturas decidan tirar por el camino de en medio. Es decir, harán cualquier cosa con tal de poder cubrir las necesidades familiares. Así que el 2009 será siempre calumniado. Por difícil, sórdido y retorcido. Y bien merecido que lo tiene.
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto