La magistrada del Penal número 1 ha dictado sentencia
condenatoria para dos marroquíes por atentar contra la salud
pública. Por ello, los acusados deberán hacer frente a 4
años y 5 meses de prisión y el pago de 22.000 euros ya que
intentaron pasar 1.500 kilos de hachís desde Tánger hasta
Barbate siendo interceptados por la Guardia Civil a varias
millas de la costa de Benzú. La jueza, además, ha negado la
suspensión de la pena por la orden de expulsión solicitada
por una letrada de la defensa.
Cuatro años y cinco meses de prisión y 22.000 euros de multa
con 60 días de responsabilidad personal subsidiaria en caso
de impago fueron las penas dictadas por la magistrada del
Juzgado de lo Penal número 1 para dos marroquíes por atentar
contra la salud pública, es decir, tráfico de droga.
Además, la jueza ha negado sustituir la pena privativa de
libertad por una orden de expulsión del territorio nacional;
petición formulada por los letrados de la defensa, a través
de las conclusiones finales, durante el juicio oral
celebrado el pasado día 12.
Los hechos que se debatieron en el acto del plenario se
produjeron en noviembre, sobre las diez de la noche, cuando
una patrullera de la Guardia Civil interceptó una lancha
neumática situada a seis millas naúticas de la costa de
Benzú. En ella, viajaban tres tripulantes con cerca de 1.500
kilos de hachís, distribuidos en dos bloques de fardos
envueltos en sacos de artillería.
Uno de los acusados, durante su declaración en el juicio,
alegó, en su defensa, desconocer que los fardos fueran de
droga; “creía que era tabaco y como estoy sin trabajo,
acepté el transporte para mantener a mi familia, además de
ser adicto a la cocaína por lo que 4.000 euros me venían muy
bien”.
El segundo de los imputados confesó desde el primer momento
que sabía que los fardos eran de hachís, que había pactado
4.000 euros por desplazarlos desde Tánger hasta Barbate, y
que la lancha estaba preparada cuando ellos subieron a
bordo.
Durante su intervención en las declaraciones orales ante la
titular del Penal número 1, uno de los agentes de la Guardia
Civil, en calidad de testigo, aclaró que la embarcación
estaba sin luces “aunque pudimos localizarlas por el sonido
que emitía el motor. Acto seguido chocamos contra ella y dos
de los acusados comenzaron a tirar los fardos al agua, e
incluso uno de ellos acabó en el mar. Ni siquiera pudieron
hacer ninguna maniobra para escapar porque los detuvimos
rápidamente. En un principio pudimos deducir que sería
narcotráfico porque, cuando se trata de una patera, viajan
más de cinco personas”, argumentó el pasado día 12 ante el
tribunal.
Cabe recordar que las penas solicitadas para los dos
acusados por la representante del Ministerio Fiscal eran de
cuatro años y seis meses de prisión y una sanción económica
de 2.056.599 euros. Además, la jueza ha dado a los abogados
defensores un plazo de varios días por el que podrían
plantear un recurso de apelación en caso de diferir con la
resolución judicial.
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