El barco ‘Raymond Croze’, enviado por Telefónica para
reparar el cable de fibra óptica que suministraba banda
ancha a la ciudad, tenía previsto al cierre de esta edición
abandonar aguas ceutíes después de permanecer desde el
sábado reparando la conexión a internet con la Península. La
marejada con la que hubo que trabajar provocó una segunda
rotura en el cable, de empalme manual.
El buque Raymond Croze enviado por Telefónica para reparar
el cable de fibra óptica, dañado tras las operaciones de
leva de ancla realizadas por un barco turco, tenía previsto
abandonar aguas ceutíes a última hora de ayer, según
confirmó a este periódico la propia compañía de
telecomunicaciones.
La reparación no ha estado exenta de incidentes. Primero, el
buque cablero tuvo que esperar hasta cuatro días para que el
estado de la mar permitiera la operación submarina de
reparación del cable. Una vez que se realizó ésta surgió el
segundo incidente.
Así, tras subir el cable hasta el barco para proceder a su
reparación, la poca estabilidad del buque debido a la
marejada provocó una segunda fractura de la conexión por
fibra óptica entre la Península y la ciudad autónoma.
Según prosiguieron explicando desde Telefónica, el Raymon
Croze ha traído hasta aguas ceutíes un batiscafo que ha
descendido hasta donde se encontraba el cable que suministra
banda ancha la ciudad de Ceuta, ha procedido a la detección
de la rotura provocada por el ancla del barco turco, ha
subido el cable hasta la embarcación especializada y ha
procedido a su reparación. Una labor esta última
completamente manual.
Telefónica explicó que, al tratarse de un cable de fibra
óptica, se encontraba completamente destrozado como
consecuencia del corte producido por el ancla. De esta
manera, ha habido que sustituir un trozo completo del mismo
y ser empalmado posteriormente de forma manual.
Fue precisamente en esta operación donde los movimientos del
barco como consecuencia del mal estado de la mar provocaron
una segunda fractura. De hecho, las deficiencias en el
suministro de banda ancha regresaron durante varios minutos
durante la mañana del 24.
Sea como sea, en la mañana de ayer ya se trabajaba en el
segundo empalme del cable, que ha debido posteriormente ser
sometido a prueba para comprobar que se había restablecido
la conexión entre la Península y Ceuta. A continuación, se
bajó el cable al fondo marino y después se volvió a
soterrar.
El buque cablero, de origen francés, ha tenido que ser
enviado por el operador de telecomunicaciones después de que
el corte en la fibra óptica dejara algunas horas la ciudad
sin suministro de banda ancha y la compañía tuviera que
activar sus recursos alternativos para que los usuarios
ceutíes no se quedaran sin acceso a internet.
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