A lo largo de mis, ya, bastantes
años, he pasado más de una hora y más de dos en un
aeropuerto, cosa que es lo más desagradable que yo puedo
tener.
Nunca me gustó estar más tiempo
del necesario en ninguno de ellos, no sé por qué, pero es
que a mí el aeropuerto me parece el terreno de nadie y nunca
me apeteció estar en un lugar, totalmente, artificial.
Por suerte para mí, salvo en un
caso que comenté hace pocos días, nunca estuve más de dos
horas, con lo que, de inmediato pudimos "volar",cosa que no
está ocurriendo a varios cientos de personas durante la
última semana.
Esta situación, el no gustarme a
mí estar mucho rato en un aeropuerto, es lo que me hace,
durante todos estos días, haberme tomado como algo propio
esa espera, acaso sin final, de los viajeros de Air Comet,
en el aeropuerto de Barajas, durante casi todas las
navidades, día de Noche Buena y día de Navidad, para más
INRI.
Y como al que no quiere caldo le
dan tres tazas, luego alguien que ostentaba un cargo en la
patronal, su presidente, y un alto cargo en Air Comet, se
permite decir que él no habría viajado nunca en esa
compañía.
No es explicable y entiendo,
todavía, menos que desde el Ministerio correspondiente no se
haya puesto freno, antes, a esta compañía o que ahora, con
el problema planteado a cientos de personas no les hayan
facilitado, de inmediato, a todos, el viaje en otras
compañías.
Díaz Ferrán ha demostrado en dos
días lo que es, pero que se le haya permitido estar en un
puesto de responsabilidad es algo que escapa a todo lo que
se llama seriedad, cosa que en este país es, poco menos que,
una palabra hueca o vacía de significado.
Y es que la mayor parte de quienes
se han quedado tirados ahí, salvo unos pocos a los que han
"embarcado" en otros vuelos, habrían pasado apuros para
comprar un billete, con lo que les seria imposible hacer
otro desembolso parecido.
Ahora mismo, esa línea desaparece
de la circulación, pero pasado mañana esos mismos aviones,
con otro nombre ya estarán volando y mientras tanto el
Gobierno ¿Qué puede hacer aquí?. Lo primero dar cobijo a
esos a los que una compañía española les ha estafado y luego
que los "jerifaltes" que controlaban esa compañía paguen
todas sus fechorías.
No me han gustado nunca, ni me
gustan las jugadas sucias. Una compañía española lo ha hecho
y esa compañía hasta llegar a la situación en la que estaba
hace una semana, no fue frenada por el organismo oficial
correspondiente, con lo que "hemos sido tolerantes" con los
informales, mientras se ponen todo tipo de pegas a muchos
otros que intentan formalizar empresas, que pueden ser
solventes. Sigo sin entender nada.
Y como " a río revuelto, ganancia
de pescadores", ahora Air Europa quiere rutas de Air Comet,
incluso se dice que podría hacerse con las líneas de
Ecuador, Buenos Aires y La Habana, mientras que la propia
Iberia, aerolínea seria donde las haya, está también
interesada en ampliar las frecuencias de sus vuelos a
Latinoamérica.
Estas dos aerolíneas, en
principio, son formales, pero esos billetes comprados a una
línea que la hacen desaparecer ¿Quién los va a pagar?.
Estamos, una vez más, en una auténtica vergüenza en la que
"delincuentes" de este tipo se pasean por la calle.
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