Juan Antonio Cabrera (20 años) vive su segunda temporada en
el filial del Real Valladolid. El espigado jugador ceutí se
marchó al club pucelano tras acabar su etapa juvenil en el
Goyu-Ryu, una decisión de la cual no se arrepiente pese a
que el curso pasado tardó casi seis meses en estrenarse en
Segunda ‘B’. La llegada de Onésimo al banquillo resultó
decisiva para Juan Antonio al confiar el ex jugador
vallisoletano en sus cualidades como pivote defensivo. Esta
temporada, en el grupo octavo de Tercera, el futbolista
caballa es un fijo en las alineaciones del Valladolid ‘B’,
que lidera la clasificación con 40 puntos, tres más que el
Burgos y un partido menos, porque el último choque ante el
Huracán Z (acaba de firmar al ex del Marbella Antolín
Gonzalo) fue aplazado por la nieve.
De la trayectoria del filial pucelano, explica que "desde el
primer día el objetivo es meterse en play off, vamos por los
primeros y queremos mantener esta posición al final de la
Liga. Nos está saliendo todo de cara y ojalá en el 2010
seamos capaces de ascender a Segunda B".
Juan Antonio Cabrera se ha
afianzado en el esquema de Onésimo en el doble pivote y
salvo cuatro partidos que se perdió por enfermedad goza de
la confianza del cuerpo técnico. "El año pasado noté el
salto de juveniles a Segunda ‘B’, pero esta temporada estoy
jugando desde el principio y no me puedo quejar. Estoy muy
contento". El curso pasado no rascó bola durante muchas
semanas, pero nunca dudó del paso dado al marcharse de Ceuta
a Valladolid para vivir una experiencia nueva y seguir
creciendo como futbolista. "Sabía que iba a llegar mi
oportunidad si no decaía en el trabajo diario. Llegó esa
oportunidad con el cambio de entrenador e hice todo lo
posible para aprovecharla".
Al jugar en un filial siempre
existe la posibilidad de saltar al primer equipo, aunque
este juegue en la Liga BBVA. Juan Antonio es consciente de
que "es muy complicado", pero todos los jugadores "sabemos
que existe esa posibilidad y trabajas con esa ilusión". De
Onésimo sólo tiene palabras de agradecimiento. "Su llegada
fue muy buena para mí y voy a seguir trabajando para
devolverle la confianza que me ha dado".
Desde la distancia, está pendiente
de cómo le van las cosas a Benji, Corrales, Borja o Hakim
que militan en el Murallas. "Me han dicho que empezaron
flojillos, pero han mejorado con el cambio de entrenador y
esperan salvarse". Cabrera sueña con debutar en el primer
equipo del Valladolid, pero sabe que es complicadísimo
llegar a la élite y no descarta jugar en la AD Ceuta. "Me
gustaría que llegara ese día porque es el equipo de mi
tierra, pero creo que elegí bien, he aprendido mucho y
espero aprender más".
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