Según los últimos datos elaborados por el Instituto Nacional
de Estadística (INE), Ceuta se encuentra entre las regiones
españolas con menores niveles de vida media junto a
comunidades autónomas como Andalucía, Asturias o Canarias.
Pese a estos datos, la esperanza de vida al nacimiento ha
crecido en tres años desde 1991, y ahora mismo el umbral
máximo se establece en los 78 años en la ciudad autónoma,
incidiendo en ello los avances médicos y técnicos así como
el bienestar social.
La esperanza de vida al nacimiento
roza los 81 años de edad en el territorio nacional, con un
incremento de casi cuatro años desde 1991, según han
reflejado las tablas de mortalidad de España calculadas por
el Instituto Nacional de Estadística (INE) a partir de las
cifras definitivas del Movimiento Natural de la Población.
Dicho estudio muestra una progresiva disminución tanto de
las tasas de mortalidad como de las probabilidades de muerte
a cada edad aunque los resultados para la ciudad autónoma no
son tan sugerentes ya que Ceuta se sitúa entre las regiones
españolas con menores niveles de vida media, donde la
esperanza de vida se establece en los 78 años.
Casos similares los de Andalucía
(79,7 años), Melilla y Canarias (80,1 años) y Asturias (80,2
años) aunque cabe resaltar que desde 1991 estas cifras han
crecido casi en tres años más. Por el contrario, las Islas
Baleares, la Comunidad de Madrid, el País Vasco, la
Comunidad Foral de Navarra y Cataluña han registrado el
mayor incremento de este indicador desde el año 1991, con un
aumento de más de cuatro años. Concretamente Navarra y
Madrid presentan los niveles más elevados de esperanza de
vida, en ambos casos por encima de los 82 años.
Frente a la reducción progresiva
de la mortalidad en las edades adultas jóvenes a lo largo de
la década de los noventa, sobre todo en el segmento de 18 a
35 años y especialmente en los varones, en los primeros años
del siglo XXI, las mejoras más significativas se desplazan
hacia las edades más avanzadas, ralentizando el crecimiento
de la esperanza de vida al nacer.
En lo referente a la mortalidad
infantil, medida en términos del riesgo de muerte durante el
primer año de vida, se ha reducido desde las 7,2 defunciones
de menores de un año por cada 1.000 nacimientos en 1991 a
las 3,5 de los últimos ejercicios. No obstante, desde 2005
se ha ralentizado el ritmo de mejora de dicho indicador,
dados los bajos niveles ya alcanzados.
Por sexos, la mortalidad infantil
se mantiene superior en niños que en niñas, con 3,7
defunciones de niños menores de un año por cada 1.000
nacidos frente a las 3,3 de las niñas en 2007.
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Un concepto estadístico
La esperanza de vida al nacer es
una estimación del promedio de años que vivirá un grupo de
personas nacidas el mismo año si los movimientos en la tasa
de mortalidad de la región evaluada se mantienen constantes.
Es uno de los indicadores de la calidad de vida más comunes,
aunque resulta dificil de medir y se suele dividir en
masculina y femenina, viéndose influenciada por factores
como la calidad de la medicina, la higiene, las guerras, u
otras circunstancias externas, si bien actualmente se suele
referir únicamente a las personas que tienen una muerte no
violenta. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS),
las malas condiciones de vida en las que generalmente
habitan las clases sociales más pobres dañan su biología,
generan enfermedad y aumentan el riesgo de morir.
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