El atasco, de gran envergadura, que se produjo en la salida
de Ceuta hacia Marruecos por la frontera del Tarajal se
debió a los controles que la gendarmería y aduana marroquí
realizaron durante toda la tarde de ayer. Colapso
generalizado, por tanto, en Ceuta que afectó a servicios
públicos como autobuses y taxis. La
Guardia Civil no daba a basto ayer, entre las 17’00 y las
20’00 horas, para controlar el ‘sideral’ tapón
automovilístico que se produjo en la Avenida Martínez Catena
como consecuencia de los controles y filtros que realizaba
la policía y aduana marroquí en su zona de Bab Sebta.
Fuentes marroquíes aseguran que son controles habituales por
el nivel de alerta existente y por la llegada masiva de
emigrantes marroquíes de la península y del resto de Europa
que bajan a su tierra en época festiva escolar y laboral.
Sin embargo, los efectos se
hicieron notar a este lado de la frontera. En el lado
español, la Guardia Civil intentaba hacer fluir como podían
el tránsito de vehículos procedentes de viales que confluyen
a la N- 352. Los autobuses no podían llegar al final de su
ruta, por lo que los viajeros preferían bajarse un kilómetro
antes. Peor lo llevaban quienes esperaban a estos servicios
en la parada del Tarajal para que les condujera al centro de
la ciudad. Así resultaba también para los taxis.
Mientras la sinfonía de claxons
sonaba impenitente, los vehículos avanzaban lentamente. La
explanada marroquí de recepción de vehículos para la entrada
al país vecino se encontraba saturada, no así el acceso a
Ceuta. Las colas desde el Tarajal superaban la Almadraba y
con ella, se generaban atascos en las bajadas de Príncipe
Felipe y Loma Colmenar, así como la que llega desde
República Argentina. Al filo de las 21’00 horas la situación
aun no se había resuelto.
|