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sociedad - SÁBADO, 26 DE DICIEMBRE DE 2009


ambiente en las calles ceutíes. f. raso.

FESTEJOS / NAVIDAD EN CEUTA
 

La lluvia no impide que los ceutíes celebren la Nochebuena en las calles

Los locales del Poblado Marinero comenzaron
a llenarse a tempranas horas de la tarde
por las circunstancias climatológicas
 

CEUTA
Cristina Marzán

ceuta
@elpueblodeceuta.com

Lluvia, viento y poco frío, aún así, los ceutíes se echaron a la calle para celebrar la Nochebuena rodeados de amigos y familiares; y cómo no, de paraguas y gorros de Papa Noel para librarse de las gotas de agua. Como consecuencia de ello, los locales del Poblado Marinero comenzaron a repletarse de ciudadanos desde tempranas horas de la tarde.

Cientos de ceutíes coparon durante toda la jornada del jueves, plazas, calles y locales para celebrar la Nochebuena rodeados de amigos y familiares. Y a pesar de que sólo cesó de llover durante escasas horas, botellas de sidra, gorros de Papa Noel, panderetas y zambombas dibujaron la estampa urbana para abrazar la Navidad y brindar por los últimos días del año.

Debido a las circunstancias climatológicas, los establecimientos del Poblado Marinero comenzaron a repletarse a tempranas horas de la tarde y ya pasadas casi las seis, no cabía ni un alfiler en pubs como El Refugio del Buda, Gaviria, El Alma de Cuba, El Ático o El Espiral.

De manera similar ocurrió en los bares y restaurantes de la ciudad autónoma, donde pedir una cerveza y una tapa era toda una aventura, no sólo por la cantidad de ciudadanos sino por el bullicio para resguardarse de las incesantes lluvias que amenazaron toda la Nochebuena y dieron la bienvenida a la Navidad. Eso sí, los villancicos se dejaron escuchar por todos los rincones sumados a las sonrisas y la alegría de los ceutíes, ya que para muchos significan días de reencuentro y felicidad con los suyos. "Pasamos fuera todo el año porque estudiamos en Granada. Entonces en Navidad nos reunimos con los amigos y la familia, nos contamos historias y anécdotas que nos suceden y disfrutamos de las vacaciones", explicaba un grupo de jóvenes en las inmediaciones de la Marina Española.

Por el temporal, muchos fueron los que también se quedaron en tierra y no pudieron regresar a sus hogares por miedo al mar, aunque en su mayoría, han encontrado una segunda familia en esta tierra con la que compartir estos días tan señalados. "Como no puedo viajar a la península, me quedaré en casa de los amigos y todos juntos, organizaremos una cena con los ingredientes necesarios para una cita como esta", relataba un funcionario de la Administración de Justicia.
 

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