El magistrado del Juzgado de lo Penal número 2 ha dictado
sentencia absolutoria para un hombre al que el Ministerio
Fiscal imputaba un delitos de malos tratos hacia su ex
mujer, y al que pedían inicialmente nueve meses de prisión y
más de dos años de alejamiento e incomunicación hacia la
misma. Ambas partes contarán con un plazo de diez días por
si quieren replantar un recurso de apelación ante dicha sede
judicial, al no ser la sentencia firme.
El titular del Juzgado de lo Penal
número 2 ha dictado sentencia absolutoria para un hombre al
que el Ministerio Fiscal imputada un delito de malos tratos
y por el que se enfrentaba a nueve meses de prisión y dos
años y seis meses de alejamiento e incomunicación más la
prohibición de la tenencia de armas fueron.
Por su parte, el letrado de la
defensa solicitó la absolución de su cliente con un
argumento totalmente contrario a la acusación manteniendo
que fue la denunciante la que amenazó al imputado
advirtiéndole que no se acercara a la casa. Argumento que
parecer ser que el magistrado ha tenido en cuenta al
declarar inocente al imputado aunque la acusación particular
tendrá el plazo de diez días para plantear ante dicho
juzgado un recurso de apelación ya que la sentencia aún no
es firme.
Los hechos que ha tenido que
juzgar el titular del Penal 2 se produjeron a finales de
agosto en el domicilio familiar cuando el acusado se
presentó en la vivienda con la intención de ver a sus hijos.
"Allí estaba una marroquí indocumentada que mi esposa tenía
contratada para que ciudase a los menores. Intenté entrar
porque tengo la llave de mi vivienda pero ella tenía otra
puesta por dentro. Lo único que deseaba era estar con mis
hijos porque me tiene prohibido verlos y se los lleva por
ahí sin decirme nada. Como padre tengo la obligación y el
derecho a disfrutar de ellos pero sabía que esto sucedería
porque ella me amenazó con denunciarme si me acercaba. Y yo
sabía que ella no estaba porque trabaja hasta las dos y pico
de la tarde y eso fue sobre la una", declaró el acusado en
el juicio que tuvo lugar el pasado día 15.
Por su parte, la denunciante
argumentó todo lo contrario en su intervención en el
plenario, relatando que estaba en el interior de la vivienda
y que discutió con su ex marido. "Quiso entrar y estaba
gritando y formando un escándalo así que no le dejé entrar
metiendo la llave por dentro. Estoy cansada de que me
amenace con matarme y quemarme y nunca le prohibí que viera
a los niños pero siempre debe ser cuando él quiera
llevándome la contraria. Ese día me dijo que me pondría en
la frontera para que me llevasen y tengo miedo", relató.
Durante su informe final, el
letrado de la defensa argumentó que el día de los hechos no
existía ninguna resolución judicial ni medida cautelar que
prohibiese que el acusado entrase en su domicilio, visitase
a sus hijos y se acercase a su ex mujer.
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