Es lo que nos queda tras el
fracaso total en la lotería de la que ni siquiera nos tocó
la pedrea. No haría falta. Era lo normal, por otra parte,
puesto que Ceuta, al igual que Melilla, lo mismo que Ávila,
o como mi pueblo, parece que no entran en el sorteo, o que
los números que envían a estos lugares son los que no tienen
posibilidades de salir.
Hace un par de días, hablábamos del Día Nacional de la
Salud, y desde luego, para muchos lo fue ese día 22, aunque
otros muchos, menos de los que aparentan las informaciones
de la televisión, hayan logrado ese pellizco económico que
les alivie el problema del paro, de la hipoteca y pocas
cosas más. Porque, contrariamente a lo que muchos creen con
la lotería no se hace uno rico, si antes del sorteo la
economía era poco buena.
Seguí, el pasado martes, como pocas veces, la mayor parte
del sorteo mientras conducía en dirección a mí pueblo.
Cuando sintonicé la radio, hacía media hora que había
comenzado y ya entonces habían salido un par de premios de
esos quintos o cuartos, que animan y poco más. Empezaban a
estar contentos algunos. ¡¡Con qué poco se conforma la
gente!!.
Al menos el turrón, si no lo habían comprado, ya estaba
seguro. A medida que iban saliendo otros premios, de los
pequeños, nos dábamos cuenta de que los números premiados se
encaminan, casi siempre, en las mismas direcciones, cosa de
la suerte, no creo que en esto haya manipulaciones.
Con todo, se repetía que Huelva no recibía casi nada, a
Ávila ni la citaban, La Rioja estaba en horas bajas y a
Ceuta y Melilla las citaban para decir que hacia ellas no
había llegado nada.
A medio sorteo Cataluña se estaba llevando la palma y en una
sola ocasión se citó a Sort, que ha dejado de ser el
talismán de la suerte. ¿Iba a ser el año de Cataluña, en
esto también?. Al final no, bastaron cinco o seis minutos
para que Madrid ganara por goleada a todos, con un primer
premio, muy cerca de Cuatro Caminos, en el Madrid de
siempre, no en el rico, pero si en el más o uno de los
barrios más típicos, desde siempre. Había caído todo en una
sola administración y comprado por una empresa de viajes que
no está en su mejor momento.
Tras este bombazo, apareció Getafe y aquí el más difícil
todavía, por cuanto una administración que ya había dado un
quinto premio se llevaba ella solita, todo el segundo. A
partir de aquí, sólo faltaba que un par de premios, de los
menores salieran ya y que el sorteo terminara.
Ahora ya, pues, podemos hacer recuento. Poca cosa para
Ceuta, nada; muy poco para Melilla, nada. Otro tanto para
Ávila, a la que ni se nombra. La Rioja se quedó como estaba
y el pueblo de mi abuela, peor que hace veinte años, porque
ahora hay menos gente y de la lotería ni se habla.
Así hemos entrado en el invierno, al atardecer del día 21,
hemos salvado el sorteo de la lotería, mis números no
debieron entrar en el sorteo, estamos metidos en el día de
Noche Buena, con opción directamente a cantar villancicos y
si nos lo proponemos a pedir el aguinaldo. Todo ello con más
luz que en otras fechas, también con más frío, con lluvia y
nieve depende de donde y con la conformidad de cada uno,
porque esas reglas de la fortuna, regalos son, y no hay que
echar culpas a nadie por no haber logrado un premio.
Ahora mismo, con la zambomba preparada y la bota a medio
llenar estamos en Noche Buena, y pedimos el aguinaldo.
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