El pasado martes, los diputados de
la Asamblea aprobaron el documento más importante del
próximo ejercicio político con los votos favorables del
grupo popular en su totalidad y del representante de
izquierda unida, el Presupuesto de la Ciudad Autónoma de
Ceuta. Un proyecto que se diferencia sustancialmente del
presentado por el Gobierno socialista ya que, este último se
caracteriza por incorporar un incremento espectacular en la
presión fiscal que incidirá en la debilitada clase media,
una importante disminución en las partidas destinadas a la
inversión pública, principal instrumento dinamizador de la
económica de un país y un dramático aumento en las partidas
destinadas a políticas sociales, como consecuencia del
crecimiento del número de desempleados experimentado en los
últimos meses.
En contraposición a esta forma de entender la gestión
económica nos encontramos con el documento presentado por el
Ejecutivo de la Ciudad Autónoma de Ceuta la pasada semana,
un proyecto consecuente con la lamentable situación socio
económica que padecemos los españoles y en particular, los
ceutíes y que por ello, contiene una importante reducción en
las partidas destinadas al gasto no productivo es decir,
congelación de las remuneraciones de altos cargos y personal
de confianza, disminución de las partidas destinadas a
festejos, celebraciones culturales, publicidad y
comunicación así como, de los gastos de funcionamiento en
todas las áreas.
A diferencia con el proyecto presentado por el Gobierno de
la nación, el de la Ciudad Autónoma incrementa la inversión
pública al objeto de ayudar, en la medida de sus
posibilidades, al mantenimiento de los puestos de trabajo
existentes e incluso su incremento a través de una cantidad
económica cercana a los setenta millones de euros, un
aumento cercano al ocho por ciento en relación al anterior
documento. Debo aclarar, que el incremento del déficit
público sólo alcanza el 0,75% muy inferior al 2,5% que
autoriza el Consejo de Política Fiscal y Financiera.
En definitiva, un documento que expresa la solidaridad del
Gobierno autonómico con las clases más desfavorecidas al
introducir una destacada disminución de la presión fiscal
sobre ellas pero, al mismo tiempo, incrementa
considerablemente las partidas destinadas a programas
sociales. Y todo ello, sin olvidar un aumento significativo
en las cantidades destinadas a la inversión pública
necesaria para consolidar nuestro tejido empresarial
fundamental en el sostenimiento de nuestra economía. Y
finalizo, como no podía ser de otra manera, deseando a todos
los ceutíes “Felices Fiestas”
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