El colegio público ‘Maestro José Acosta’ vistió ayer sus
instalaciones de fiesta para despedir el último día de
clase, antes de las esperadas vacaciones de Navidad, con la
visita de los Reyes Magos. Desde los alumnos de educación
infantil hasta los más mayores, de sexto, tuvieron la
oportunidad de llevar su carta hasta el buzón.
La ilusión inundaba las instalaciones del Centro de
Educación Infantil y Primaria ‘Maestro José Acosta’ ante la
esperada aparición de Los Reyes Magos.
Durante la mañana de ayer, el centro se vistió de fiesta
para celebrar el último día escolar antes de las merecidas
vacaciones navideñas.
El acto se programó como una actividad tanto interna como
externa ya que no sólo los alumnos y profesores
participaron, sino que los padres y la AMPA también se
implicaron para conseguir que el evento resultara lo mejor
posible.
Todos los alumnos, desde los grupos de infantil hasta sexto
de primaria, tuvieron la oportunidad de acercarse hasta Sus
Majestades para hacerles llegar las cartas con sus deseos
para esta Navidad.
Los primeros en bajar hasta el Salón de Actos, donde se
celebró el recibimiento, fueron los dos grupos de educación
infantil de 3 años, aproximadamente, 25 alumnos.
Algunos aprovecharon el día para vestirse con tradicionales
disfraces como los de pastorcillo o papá y mamá Noel.
Durante el trayecto, desde sus respectivas clases hasta el
salón, en las caras de los niños podía verse reflejada
ilusión en algunos y llantos y nerviosismos en otros.
La mayoría de los infantes bajaron las escaleras entre risas
y lágrimas, agarrados de sus profesoras, con las cartas en
las manos para entregarlas en el Buzón Real.
Una vez sentados, la profesora los animó a que recitaran a
coro una poesía preparada especialmente para ese día.
De uno en uno, cada niño entregó a su Rey favorito la carta,
mientras sentado en sus rodillas recibía un gran paquete de
caramelos. Los demás, expectantes, guardaban su turno.
Todos los cursos tuvieron la oportunidad de estar con Sus
Majestades, aproximadamente, media hora, acompañados también
por sus profesores, algunos padres y madres y miembros de la
directiva del centro. Son este tipo de tradiciones las que
no deberían perderse nunca.
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