Dos hombres de nacionalidad marroquí fueron juzgados ayer
después de ser sorprendidos en el mes de enero junto a
varios fardos con 600 kilos de hachís, en el Islote de
Perejil. La fiscal pidió cuatro años y medio de cárcel para
cada uno de ellos, mientras la defensa reclamó su absolución
argumentando que sólo querían inmigrar.
El Ministerio Público pidió ayer una pena de cuatro años y
medio de cárcel para cada uno de los dos acusados de
intentar introducir en Ceuta 600 kilogramos de hachís,
después de ser sorprendidos por la Guardia Civil en el
Islote de Perejil junto a los fardos con la droga al
amanecer del pasado 9 de enero.
Aunque sólo uno de los dos acusados, I. S., se prestó a
declarar ante el tribunal, la defensa de ambos se basó en
que nada tenían que ver con el alijo de hachís encontrado en
el islote, argumentando que se encontraban allí esperando
que viniera una patera con otros diez inmigrantes para pasar
ilegalmente a la Península.
Según el relato de I. S., que estuvo lleno de
contradicciones, el día de autos fue recogido por una
pequeña embarcación de pesca en la ciudad marroquí de
Tetuán, donde residía, junto al otro acusado, para ser
trasladado al Islote de Perejil con la condición de ser
recogidos por una patera de más dimensiones al amanecer y
ser trasladados ilegalmente a la Península.
Por este traslado clandestino a la Península dijo haber
pagado 4.000 euros, aunque también afirmó desconocer que la
pequeña embarcación de pesca portaba varios fardos de entre
30 y 50 kilogramos, según informó la Guardia Civil. I. S.
también dijo que no conocía previamente al otro acusado, el
cual solía vivir en Perejil y había ido allí a pescar.
El otro acusado se acogió a su derecho a no declarar en la
vista oral, porque ya lo había hecho previamente durante la
instrucción del sumario y había cumplido ya un año de
prisión preventiva. En la prueba documental aportada al
tribunal, M. C. había argumentado previamente que sólo
intentaba emigrar a la Península para “buscarse la vida”.
Los guardia civiles que encontraron el alijo expusieron cómo
se encontraban patrullando en torno al islote cuando
divisaron los primeros fardos con la droga. No muy lejos de
ellos encontraron las mantas y provisiones para vigilar los
fardos con la droga. Después detectaron la presencia de los
dos acusados, el segundo de los cuales, M. C., intentó huir
dos veces tirándose al agua. La Fiscalía también pide
1.676.511 euros de responsabilidad civil.
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El juicio se retrasó porque los dos intérpretes estaban de
vacaciones
La vista oral por este
procedimiento, que estaba prevista a primeras horas de la
mañana, se retrasó de manera considerable porque el juzgado
no disponía de ninguno de sus dos intérpretes. La razón:
ambos estaban de vacaciones al mismo tiempo. Así las cosas,
la titular del Juzgado de lo Penal número 1, que no pudo
ocultar su incomodidad por la situación planteada, hubo de
retrasar la vista oral, dando paso primero al juicio
señalado a continuación, el tercero previsto en la mañana,
hasta que finalmente pudo encontrar a otra intérprete,
familiar de una funcionaria de la Administración de
Justicia. Precisamente la mala traducción de los intérpretes
en declaraciones anteriores fue el argumento usado por los
acusados para explicar sus contradicciones.
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