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OPINIÓN - LUNES, 21 DE DICIEMBRE DE 2009

 
OPINIÓN / COLABORACION

La Educación Vial: una tarea pendiente

Por Juan Manuel Villena Rodríguez, diplomado en Magisterio y policía local experto universitario en Educación Vial


Los accidentes de tráfico se han convertido en unos de los problemas de salud pública más graves, constituyendo una las principales causas de la mortalidad en todo el mundo. Casi en todos los países desarrollados suponen la primera causa de muerte entre los jóvenes. Aunque en los últimos años han disminuidos en número, nos encontramos todavía en cotas altas de siniestralidad. Las estadísticas nos señalan que los principales grupos de riesgo lo constituyen los “niños y jóvenes”, constituyendo el mayor porcentaje cuando circulan como peatones.

Los motivos no debemos atribuírselos exclusivamente a factores de carácter físico, técnicos, o meteorológicos, estado de las vías, o a las velocidades inadecuadas, sino principalmente al “factor humano” ,a su comportamiento y errores, que son causantes de un elevado porcentaje de siniestros.

Según fuentes de la DGT en el año 2008 se produjeron 560 muertos menos que en el año anterior representando ello un descenso del 20,4%. De igual manera ha ido sucediendo en años anteriores, variando algo los porcentajes. (Fuente DGT)

Ante la magnitud del problema, es necesario afrontarlo determinando qué factores principales se encuentran implicados en los accidentes y de que forma afectan a la seguridad de la vía.

Las naciones se preocupan por sacar adelante medidas preventivas y de investigación, con el objetivo de detectar las causas de los accidentes, disminuirlos y por consiguiente el coste humano y económico que originan.

Las actuaciones se orientan en la creación y puesta en marcha de CAMPAÑAS Y PROGRAMAS DE EDUCACIÓN VIAL, para incidir en las conductas y comportamientos viales de los grupos de riesgo. Por ello, el medio educativo es muy adecuado para sensibilizar a la población de su responsabilidad y de la trascendencia de sus conductas, haciéndose por tanto necesaria esa tarea pendiente que es la EDUCACIÓN VIAL, entendiéndose esta como aquella actuación educativa dirigida al desarrollo de conocimientos, hábitos y actitudes para mejorar el comportamiento de la persona como conductor, peatón o viajero, en definitiva como usuario del entorno y con el objetivo de reducir la tasa de accidentalidad.

La Educación Vial será un proceso continuo que COMPRENDERÁ TODAS LAS EDADES, variando sus objetivos en función de las características de cada edad y los diversos contextos ambientales. Los “hábitos positivos y conductas adecuadas” se conseguirán de manera más fácil en los primeros años de vida, ya que a edades más avanzadas el contexto social de la persona dificulta el cambio de los comportamientos viales.

Por lo tanto, debemos de lograr que la Educación Vial en nuestra sociedad sea una TAREA DE TODOS en la que se deberán de implicar la propia la escuela, familia, el Estado, los medios de comunicación, instituciones…, así como utilizarla en las situaciones del día a día tanto como peatón, conductor o viajero.

No obstante debemos delimitar el concepto de la Educación Vial empezando con lo que significa el término Educación. Si no se educa adecuadamente la enseñanza será muy escasa. Se podrán realizar y dirigir todo tipo de campañas a través de los medios de comunicación, radio, televisión, pero se quedarán en “transmisión de información”. No se conseguirán un CAMBIO DE CONDUCTAS y por lo tanto TAMPOCO UNA AUTENTICA EDUCACION. Un ejemplo clarificante de esta situación son los “alumnos de autoescuela” que se les enseña todo lo que deben de conocer en la conducción y luego posteriormente cuando obtienen el carnet o licencia circulan de manera incorrecta, tomando hábitos negativos e incumpliendo las normas de tráfico, es decir se comportan de forma contraria a lo enseñado.

Por lo tanto, la educación comportará un aprendizaje. Obtener un COMPORTAMIENTO CORRECTO es lo que realmente se pretende, y llegado este se logrará un efectivo aprendizaje, trasladando a la persona HÁBITOS POSITIVOS, no de imitación o simulados, que deberán hacerse habituales, espontáneos y seguros, lográndose de esta manera el propósito final de la educación.

Junto a este aprendizaje se encuentra de igual forma la adquisición de VALORES VIALES, debiéndose de cuidar sobre todo en los jóvenes las “malas conductas” nada educativas. De ahí que debamos de apreciar y tener presentes los valores que se ADQUIEREN A TRAVÉS DE LA EDUCACIÓN VIAL, los cuales marcaran el camino a seguir de una “conciencia vial” cuyos objetivos serán minimizar riesgos y por consiguiente la reducción y evitación de accidentes de tráfico dependientes fundamentalmente del factor humano.

No obstante, los valores de la Educación Vial llegarán al ámbito de lo “MORAL” incidiendo en este “ÁMBITO”, afectando de manera positiva a la convivencia ciudadana y en el respeto mutuo a los demás, como una parte de la EDUCACIÓN SOCIAL que prepara a la persona para un adecuado comportamiento vial, insertándola en el medio social, físico y cultural, ampliando sus conocimientos, habilidades, seguridad, solidaridad etc, lográndose mediante una enseñanza contando con las preferencias del que aprende, INTENCIONADA Y MOTIVADA, forjando de esta forma PERSONALIDADES ÍNTEGRAS que usanso todos los valores, podrán afrontar en condiciones apropiadas los problemas sociales y del tráfico rodado.

En definitiva, mediante la Educación Vial se intenta EVITAR principalmente los ACCIDENTES DE TRÁFICO y el CUMPLIMIENTO RIGUROSO DE LAS NORMAS, incidiéndose no solo en estos aspectos sino también en el ámbito de una verdadera EDUCACIÓN MORAL Y SOCIAL, para configurar personalidades maduras y mejorar de esta manera la calidad de vida general de los ciudadanos.
 

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